Hace unos meses escribí un artículo titulado: Leonel y Danilo, el caso del médico y del pastelero; en el que realicé un esfuerzo por aplicar la teoría de los costos sociales o costos de oportunidad del Nobel de economía, Ronald Harry Coase, respecto al dilema de los personajes ficticios, que en su lucha por la locación de sus negocios van a la corte a dirimir sus diferencias, arrojando para el pastelero costos negativos: lo que pudo haberse evitado, si ambos hubiesen intentado negociar.
Sin embargo, cuando se quiere todo, la obnubilación de la mente conlleva a asumir posiciones irracionales y muchas veces con resultados adversos, tanto para las personas como para la institución de la que forman parte. Entonces, el siguiente paso podría ser la negociación con cero costos y beneficios para las partes.
No obstante a la posibilidad señalada y en contraposición al caso, podría argumentarse el Óptimo de Pareto, de Vilfredo Pareto, en la situación por la que atraviesan ambos presidentes: uno lo es del país y el otro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD); en cuanto a que no sería viable beneficiar a uno, sin perjudicar al otro. De resultar así, podría presentarse el escenario en donde los dos pierdan y al producirse esa posibilidad también perdería el partido; aunque tal vez o sin él, uno más que el otro.
Como las señales indican que la negociación no está en curso, se puede apreciar un evidente conflicto político -el que tal vez no ha llegado a un nivel máximo- entre Danilo y Leonel; por lo que cabe hacerse una pregunta de naturaleza lógica: ¿A quién de los dos le tocaría dar el siguiente paso?
La respuesta la podríamos deducir en la teoría de los juegos, desarrollada por John Von Neuman, en las matemáticas, y por John Nash, en la economía; en procura de una resolución de conflictos, en la que cada jugador actúa tomando en consideración la estrategia del otro, como una forma de maximizar sus ganancias: en este caso, las del tipo político.
Atendiendo a la teoría de los juegos, la respuesta más próxima que podríamos encontrar a la pregunta anteriormente formulada, es que el paso o la jugada siguiente la dará el presidente de la República, licenciado Danilo Medina Sánchez, sin que esto necesariamente signifique conocer cuál sería el tipo de jugada a realizar.
Como en la política la racionalidad es menos probable que en la economía o en los negocios, por aquello de que: “la ética de la responsabilidad se sobrepone a la ética de la convicción”; cabe la posibilidad que esta opinión no sea muy certera para el análisis del tipo político, especialmente, si uno de los actores abraza más lo planteado por Adam Smith, que la posición de Nash; en cuanto a que el primero, valora al egoísmo; mientras que el segundo, promueve la cooperación o, al menos, toma en consideración al otro.
De todas formas, lo cierto es que ante la imposibilidad legal de no poder presentarse como candidato y mediar la condición del tiempo finito por lo de 2020, al presidente Medina le corresponderá dar el siguiente paso político; el que podría tener éxito dependiendo de las circunstancias y de la forma en que reaccione Leonel.
Las circunstancias no parecerían estar a favor de una nueva reforma constitucional en el país, dado que el escenario actual presenta una férrea oposición; además por la atadura moral que tiene el Presidente de la República, al jurar que no volvería a presentarse como candidato y reconocer que legalmente no puede. De resultar así, el PLD tendría nueva vez una excelente oportunidad para continuar la obra que inició en 1996, que ha continuado hasta ahora y relanzaría a partir de 2020.