La empresa británica Hybrid Air Vehicles reveló recientemente el futuro diseño del híbrido de dirigible y avión Airlander 10, un proyecto que lleva en desarrollo más de 10 años y que experimentó cambios considerables.
El fabricante promete que la aeronave, la más larga en el mundo, se convertirá en un medio de transporte cómodo, ideal para viajes interurbanos, y será incomparablemente más ecológica que el avión.
Desarrollo del dirigible y sus vuelos de prueba
El desarrollo del aparato empezó en junio de 2010. Inicialmente, la aeronave fue diseñada por la empresa británica Hybrid Air Vehicles (HAV) y el fabricante de aeronaves estadounidense Northrop Corporation para el Ejército de EE.UU., pero estos planes se vieron obstaculizados por los recortes presupuestarios en EE.UU. Para no enterrar un proyecto prometedor, HAV compró los derechos y continuó el desarrollo.
En cuanto a las características técnicas, se esperaba que la aeronave de 92 metros de largo —casi el doble de la longitud de un avión comercial promedio— transportara a 48 pasajeros y fuera capaz de viajar a una velocidad de más de 140 kilómetros por hora.
También debía poder permanecer en el aire durante hasta dos semanas y acceder a regiones aisladas, lo que permitiría usarlo para transportar suministros, por ejemplo, a zonas donde hayan ocurrido catástrofes. Además, podría ser usado para fines de inteligencia o entretenimiento.
En agosto de 2016, el dirigible, que costaba 32 millones de libras esterlinas (más de 41,7 millones de dólares), realizó su primer vuelo de prueba desde la pista de Cardington, al norte de Londres. Días después, se dio a conocer que, al realizar su segunda prueba de vuelo, el aparato, conocido de manera jocosa como ‘trasero volador’ por su singular forma, se cayó de cabeza en Bedfordshire cuando trataba de aterrizar.
El incidente no dejó víctimas, pero no fue el único que sufrió el prometedor aerostato. En noviembre de 2017, el aparato cayó sobre un campo y su cabina acabó destruida. Este accidente ocurrió después de que Airlander 10 se desprendiera de su amarre, tras lo cual dos personas resultaron heridas.
En enero de 2019, Hybrid Air Vehicles anunció que terminará el desarrollo del prototipo y lo reemplazará por un modelo comercial. En aquella ocasión, desde la empresa indicaron que el prototipo cumplió totalmente su propósito, demostrando que la creación del primer avión híbrido de gran tamaño era posible. Afirmaron que obtuvieron todos los datos necesarios para pasar al estándar de producción.
Aproximadamente un año después de ese anuncio, desde la compañía señalaron que querían que el aparato fuera más ecológico, pronosticando que produciría «un 75 % menos de emisiones que una aeronave comparable».
Nuevo concepto
Tras una larga pausa, Hybrid Air Vehicles reveló a finales de mayo de este año el concepto del interior de la cabina de pasajeros del modelo comercial del dirigible, en el que —señalaron— podrán viajar hasta 100 personas. De acuerdo con el proyecto, el espacio contará con mullidos sillones posicionados de tal manera que cada pasajero tenga acceso al pasillo. Lo más impactante del diseño son sus grandes ventanales del piso al techo, que ofrecerán unas espectaculares vistas durante los vuelos.
En cuanto a la fecha de aparición del aparato, el director ejecutivo de la compañía, Tom Grundy, indicó a la CNN que esperan tener 3 dirigibles listos para 2023, mientras que, según sus estimaciones, los primeros pasajeros podrán subir a bordo en 2025.
Para despegar, Airlander 10 usará un gran globo de helio, mientras que permanecerá en el aire durante el vuelo gracias al funcionamiento de 4 hélices. En los primeros aparatos dos de estas hélices trabajarán con motores de queroseno y dos mediante motores eléctricos. No obstante, la compañía espera que para el 2030 las aeronaves empiecen a usar solo la energía de motores eléctricos. En ese contexto cabe señalar que Hybrid Air Vehicles anunció en junio que el dirigible recibirá motores de 500 kilovatios que serán producidos por Collins Aerospace.
La principal ventaja del dirigible consiste en poder despegar y aterrizar prácticamente en cualquier superficie plana. Con una velocidad máxima de 130 km/h, la aeronave producirá menos del 10 % de las emisiones de dióxido de carbono que genera un avión convencional. De acuerdo con el fabricante, la aeronave será ideal para «la movilidad interurbana».
«A lo largo de décadas, volar desde A hasta B suponía estar sentado en un tubo de metal con ventanas pequeñas, una necesidad pero no siempre un placer. En Airlander, toda la experiencia es agradable, incluso placentera. Y sus configuraciones hídrido-eléctrica y completamente eléctrica lo hacen apto para el futuro descarbonizado«, comentó George Land, director de desarrollo comercial de Hybrid Air Vehicles.
Fuente: actualidadrt.com