Cuando la empresa Sanyo lanzó en el 2002 el primer celular con cámara, tal vez sin proponérselo, comenzó a borrar la historia de aquellos estudiantes que hasta esa fecha le representaba un gran estrés que su profesor les borrara lo que había escrito en la pizarra, sin darle tiempo a ellos a que lo reprodujeran en sus cuadernos de notas; a partir del año mencionado los estudiantes capturan todo lo escrito en la pizarra, con tan solo un clip.
Borrar la historia hoy, probablemente resulta más fácil de lo que parezca. Antes, el transcurrir de una o más generaciones era la que hacía que la gente olvidara los acontecimientos importantes realizados en su país; las nuevas generaciones no habían sido dolientes de la historia de hechos trascendentes, especialmente, cuando de política se trata, ahora la velocidad de los acontecimientos, los medios y el acceso para divulgarlos, hacen que se viva más el presente y que el pasado importe poco.
Tal vez o sin el, como la brecha que separa el presente del futuro se ha reducido en forma significativa, explicado por los grandes avances en la tecnología, sea una de las explicaciones del por qué la población hoy esté más centrada en lo de la actualidad y el porvenir, que del pasado.
La apreciación precedente es a propósito de que algunos, que ni siquiera apostaron al triunfo del PLD en el 2012 y otros que se han sumado por intereses particulares, en su empeño por divulgar lo que hacen y además por querer borrar el pasado más inmediato de una impronta gubernamental, olvidan que le hacen daño a la organización política que los mantiene en el poder en las instituciones donde se toman decisiones.
Estrategas tratan de hacer olvidar que los resultados económicos de las gestiones presidenciales de Leonel Fernández y Danilo Medina en su conjunto, pertenecen al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ambos son del mismo partido y en cada circunstancia, uno y otro se han ayudado; entonces, querer separar lo logrado, resulta inútil, además de dañino para los intereses generales de la referida institución política.
Cuando en forma sutil, pero deliberada, se dice que la pobreza en 2012 alcanzaba el 40.5% de la población total y que ahora ronda el 30.0 %, se hace con la intención de decir que no solo ha disminuido la pobreza; sino que es inferior a la anterior, entonces, “somos mejores”, dirían ellos.
Alejándose de lo verdadero y justo, no dicen que cuando el PLD salió del gobierno en el 2000 dejo la pobreza en 31.0 % y cuatro años después el PRD la elevó a 50.0 % y que luego nueva vez en la gestión gubernamental del PLD la disminuyó a 40.5 % al cierre del 2012 y ha continuado descendiendo hasta la fecha. Es un intento de borrar la verdadera historia; sin embargo, eso le hace daño al PLD para continuar gobernando y tal vez favorezca a la oposición.
Algunos voceros al comparar el desempeño económico de ahora lo hacen comparándolo con los del 2012, cuando lo correcto políticamente es que sea con el 2004, pues el PLD es uno solo, con Leonel o con Danilo gobernando.
Contribuir para que la población en general y en particular los más jóvenes, que votaran por primera vez en las elecciones del 2020, olviden lo acontecido durante el cuatrienio 2000-2004, cuando nos gobernó el PRD, ahora también PRM, es hacerle daño al PLD para que pueda continuar gobernando.
No decirle al país que la tasa de inflación acumulada más alta de la historia democrática del país fue durante el 2000-2004, alcanzando el 87%, tampoco recordarle que la tasa de crecimiento del PIB promedio anual tan solo fue de 2.1%, que la depreciación del peso dominicano alcanzó el 207% y que la tasa de desempleo ampliada pasó de 13.9% a 18.4%, es intentar borrar la real historia económica nacional.
Pero cuidado con querer borrar la historia, en el empeño de solo destacar una parte de las gestiones del PLD, no olvidemos que con los celulares de hoy a los jóvenes solo les interesa captar el presente y, que en un balance mediático, probablemente lo negativo supere a lo positivo; de manera que, al querer borrar la historia, pudieran provocar a la población a olvidar lo que le pasó al país durante el periodo 2000-2004 y terminen creyendo que los que administraron el gobierno en esos años sean un referente, resultando lo menos probable, que pierda el PLD.
Borrando la historia conjunta de los gobiernos del PLD, para favorecer una sola, pudiera tener el efecto simultáneo de borrar al PLD como partido de gobierno y eso ningún peledeísta lo perdonará, ya sean los de los círculos de estudios o de los círculos de empleo.