Santo Domingo, Distrito Nacional.- A 525 años del descubrimiento de la isla de Santo Domingo o la Hispaniola, al tiempo de ser conquistado y colonizado por España y además, la existencia de fuertes vínculos con Francia y los Estados Unidos, hoy queda más claro la tesis del Prof. Juan Bosch, en cuanto a que el capitalismo llegó en forma tardía a la República Dominicana.
Los argumentos básicos acerca del capitalismo tardío de Bosch, están sustentados en que España en la colonización no se interesó en desarrollar el comercio y la economía de la isla, también porque el primer establecimiento aislado con característica capitalista apareció en el país hace 140 años, en la etapa básicamente comercial, lejos de la industrial y el primer banco comercial, propiedad privada, llegó en 1963. La etapa de la consolidación del capitalismo en dominicana en su fase industrial se inició a partir de 1930.
Mientras eso acontecía la revolución industrial en el resto del mundo era parte de la historia; incluso ya para el 1930 muchos países habían alcanzado la etapa del capitalismo financiero. Ese desarrollo, entre otras consideraciones, obedeció a lo temprano que comenzó la etapa de la acumulación originaria, aquella que Carlos Marx definió como el “proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción y se le llama así porque forma la prehistoria del capital y del modo de producción capitalista”.
Los países en donde el capitalismo llegó temprano originó una brecha amplia de tiempo y simultánea a la vez, donde coexistieron los métodos de las acumulaciones originarias y de capital, ésta última en la acepción de reinvertir parte de la plusvalía,. Condición que le permitió que la clase empresarial creciera al margen de una regulación económica que no existía en lo local y menos viniendo de lo internacional.
Consolidada la clase empresarial en el mundo, como clase dominante en lo económico, favoreció dar origen a una clase gobernante que los representara en el ejercicio de la política, esto pese a la existencia del periodo de la guerra fría y la amenaza del socialismo, hasta entonces la regulación económica internacional era prácticamente inexistente, llegándole solo cuando estaba fortalecida; de manera que la regulación surgió cuando el capitalismo era maduro.
Al término de la segunda guerra mundial, surge en 1945 el Fondo Monetario Internacional (FMI), en 1947 el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), en 1953 el Instituto de Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI), entre otros; más adelante, en 1975 nace el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (CBSB), en 1989 el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), en 1995 la Organización Mundial del Comercio (OMC), y más recientemente en 2013, la Foreign Account Tax Compliance Act (FATCA), todas como expresiones inequívocas del marco regulatorio económico con connotación internacional, que rigen a su vez las normativas locales de las actividades financieras públicas y privadas.
En adición a la terminación de la segunda guerra mundial que permitió relanzar al capitalismo a una fase superior de globalización, otros factores contribuyeron a lo propio, como la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 y la Cumbre de Malta, en diciembre del mismo año, en la que George Bush y Mijaíl Gorbachov formalizaron el inicio del fin de la guerra fría. Ambos factores fomentaron también la regulación económica.
El nuevo escenario potenció una nueva escala de la globalización de la economía, que trascendió a lo meramente comercial y trajo consigo la internacionalización de la regulación a niveles superiores, viéndose obligados los países con menor desarrollo capitalista a tener que asumirlas en forma progresiva, so pena de sanciones de toda naturaleza.
Mientras se desarrollaban todos esos acontecimientos en el mundo, en el plano nacional, el capitalismo que había llegado en forma tardía, encontró menos espacio para impulsar su capitalismo basado en la versión clásica de la acumulación originaria y de capital, a fases superiores, como el industrial y financiero, razón que en cierta forma explica que una parte del capitalista criollo y quienes aspiran serlo, hayan optado por promover los tipos de acumulación indicado con métodos distintos al tradicional, como el robo de los fondos públicos, la malversación del gasto público, el contrabando, la evasión impositiva, entre otros.
Lo afirmado deviene en el entendido de que el despojo planteado por Marx en su tesis de la acumulación originaria, puede ser trasladado y aplicado a las distintas nuevas manifestaciones indicadas precedentemente y que forman parte de la prehistoria del capital, en la versión dominicana, en cuanto a que priva al Estado de algo que le pertenece, a fin de ser utilizado para fines del bien común.
La diferencia y al mismo tiempo el agravante, respecto a la regulación económica mes que, mientras en los países con capitalismo temprano sus instituciones y ciudadanos han alcanzado un mayor grado de fortalecimiento y madurez, que les permite asumir las reglas sin muchos tropiezos; en los de países con capitalismo tardío, como aún se encuentran desarrollando y aplicando métodos de acumulación originaria y de capital, la resistencia a la regulación es fuerte y hasta cierto punto vulnerable.
Frente a un escenario como el descrito, la globalización en su fase actual llegó acompañada de un desarrollo intenso en la comunicación no tradicional, así como de su acceso, éstas condiciones permiten que las sanciones también adquieran otra dimensión, aún y cuando se alcance o no las sanciones legales, me refiero a las consecuencias sociales y mediáticas, que como controles sociales han castigado con fundamento a algunos.