Santo Domingo, Distrito Nacional.- De 131 Bancos Centrales en el mundo, conforme al Fondo Monetario Internacional (FMI), una mayoría significativa tiene el rol de regular el sistema financiero en cada país, de los cuales 122 utilizan al encaje legal como uno de sus instrumentos de política monetaria, el que a su vez juega un papel de trinidad, ser una especie de impuesto, control monetario y herramienta selectiva para el crédito bancario.
A las captaciones que realizan las entidades bancarias del público se les exige un encaje legal, tipo impuesto monetario, que se diferencia del fiscal, porque es utilizado, entre otros fines, para afrontar eventuales retiros no previstos y el segundo se caracteriza porque los ingresos que se originan se destinan para financiar el gasto público.
El encaje legal además es un instrumento de política monetaria porque funciona para manejar la parte de la base monetaria que se denomina circulante, en adición al crédito selectivo que los Bancos Centrales acuden a su uso dependiendo del rol expansivo, restrictivo o neutral que debe jugar en el ciclo económico.
La medida tomada recientemente por la Junta Monetaria de autorizar al Banco Central a liberar RD$20,423 millones del encaje legal es una ordenanza que se enmarca dentro de los instrumentos de política monetaria flexible que favorece una selectiva dirección del crédito bancario hacia el sector exportador, vivienda y manufactura.
En la misma línea de impulsar a los agentes económicos está la reducción del encaje legal a la banca múltiple en 2.2%, al pasar de 14.3% a 12.1%, misma que estaría adicionándole a la liberalización indicada, una oferta nominal del dinero de alrededor de RD$2,858 millones, monto basado en el multiplicador de la base monetaria restringida al cierre de junio de 2017, verificándose por esa vía el efecto traspaso del cambio en el encaje legal hacia las entidades de intermediación bancaria.
Por su lado, la Tasa de Política Monetaria (TPM), expresión del precio del dinero de las operaciones interbancarias establecidas por el Banco Central con el sistema, es otro recurso de la caja de instrumentos monetarios, manejada especialmente en un esquema de meta de inflación, como el que ya tiene la economía dominicana desde principios de 2012, para incidir en la tasa de interés nominal del sistema financiero.
En forma casi simultánea a la medida sobre el encaje legal, el Banco Central a finales de julio de 2017 tomó la decisión de reducir la TPM en 50 puntos básicos, para situarla de 5.75% que estaba en junio a 5.25% a partir del mes séptimo; este cambio es un estímulo adicional para dinamizar la economía que ya había presentado síntomas de ralentización en los últimos tiempos.
La manera de cómo se transfiere el movimiento de la tasa del encaje legal hacia el sistema intermediación bancario dominicano, está supeditado al poco grado de competitividad que prevalece en el mercado, tanto por el lado de las entidades que lo conforman, por aquello de la concentración de los activos en unos pocos, como por el lado del sistema financiero, en el que el bancario aún no tiene el rival del mercado de valores.
De manera que la velocidad y magnitud del efecto traspaso del encaje legal, dependerán de los factores coyunturales colaterales y estructurales que lo puedan interrumpir. Por de pronto, la tasa de interés activa nominal ponderada, que al 1 de agosto se situó en 14.87%, al 3 de agosto se desplazó al 13.83%, para una caída del orden de 1.04%.
La reducción casi inmediata de la tasa de interés para los primeros días de agosto parece indicar que ha sido una respuesta rápida a las acciones combinadas de la reducción del encaje legal y la liberalización de un monto importante, como factor coyuntural, demostrativo de que ha habido un efecto traspaso como el esperado hacia las tasas de interés bancario, ahora toca esperar si se traducirá en un relanzamiento de la economía en los próximos meses.