Anticipar recesión, crisis o ralentización económica siempre ha resultado complicado, debido a que dependerá de los aspectos particulares de cada país, e incluso, del tipo de situación adversa por la que pudiera atravesar su economía; de todos modos, hasta ahora dos son los indicadores que tienen uso generalizado para predecirla, los bursátiles y el de confianza del consumidor.
Pero con la llegada de 2018 se ha dado una nueva y tal vez buena noticia para los predictores de la actividad económica, tres economistas norteamericanos, de las universidades de Notre Dame y kentuky, realizaron un estudio de correlación en la que midieron entre otras cosas, el vínculo del embarazo con el desempeño del PIB, como indicador para anticipar recesión con meses de antelación, obteniendo hallazgo que al menos no permite descartarla para ese país.
Como es de conocimiento la duración normal de un embarazo es de nueve meses, lo que le permite a los médicos con bastante exactitud poder predecir la fecha de nacimiento; sin embargo, a las personas les resulta más complejo determinar la fecha de la fecundación, no así para la planificación familiar, dado los avances científicos y mayor educación, información y disposición por parte de la población.
El embarazo desde siempre ha sido un tema de interés familiar, social, religioso, jurídico, laboral y ahora útil para pronosticar el desempeño de las economías nacionales. En el caso de dominicana, el Código de Trabajo le reserva de forma directa ocho Artículos, que van desde el 232 al 239 a los derechos de la mujer en gestación.
En el mundo y en dominicana la tendencia de las nuevas generaciones de un tiempo para acá evidencian cambios en los patrones hacia una mayor planificación de la natalidad. En Europa el tamaño promedio de un hogar es de 2.5 personas, en USA de 2.6 y en el país para la década de los 90´s hacia atrás era superior a 4, en 2007 de 3.7 y la más reciente medición por medio de encuesta da cuenta que continua reduciéndose, hasta llegar en 2014 a 3.3, lo que haría presumir que hoy día estamos cercano a las 3 personas residiendo en un hogar.
La decisión del embarazo para las generaciones contemporáneas implica tomar en consideración un conjunto de variables, como la estabilidad laboral, el nivel de ingreso, la capacidad para el cuidado de los hijos, entre ellos la educación académica, el entorno social cada vez más adverso de la sociedad con la pérdida de valores, entre otros; justo ese examen previo de las parejas es lo que hace asociarlo a su previsión sobre el futuro económico inmediato.
Aunque con un ejercicio de cálculo mucho más modesto que el publicado por el Buró Nacional de Investigaciones Económicas de USA, que dio a conocer el pasado febrero los resultados de los académicos antes citados, los hallazgos que he identificado para el caso dominicano indican que al menos existe evidencia para no descartar al embarazo como indicador de pronóstico del desempeño económico.
De la serie histórica auscultada de nacimientos, la que va de 2002 al 2017, que equivalen a 16 años, 8 de ellos presentan una asociación positiva entre el embarazo y el PIB y 8 negativas, para un 50.0% de comprobación y 50.0% de refutación; por lo que podría asumirse por el momento al indicador del embarazo con cierta capacidad para realizar previsión, como una verdad provisional para el caso dominicano.
La tasa de nacimientos de 2002 al 2007 fue negativa porque hubo decrecimiento, así como también 2012-2013-2015-2016 y 2017; en contraposición, la tasa fue positiva al registrarse crecimiento por maternidad para el resto de los años. La cantidad de nacimientos no excluye el número creciente de embarazos que provienen de extranjeros.
Mientras que su par, el PIB, en los años que hubo decrecimiento, pobre desempeño o ralentización y que estuvieron precedido por tasa negativa o muy baja de nacimientos fueron 2003-2004-2008-2011-2012-2015-2016 y 2017.
Por el contrario, los años en el que el PIB creció a un nivel de tasa apreciable y que la precedió una caída en la tasa de nacimiento se encuentran, 2006-2007-2014 y 2015.
Entonces, partiendo de la evidencia encontrada en la serie de años y por el número de nacimientos registrados en 2017, que preliminarmente ascenderían a 135,894, un registro de 2.6% inferior al de 2016, la predicción del crecimiento económico para 2018 sería un 50.0% menor que en 2017, que fue de 4.6% y 50.0% mayor de ese resultado, esperemos lo que acontecerá al cierre del presente año.
Una limitación advertida en la presente opinión viene dada por el nivel de inconsistencia de los datos suministrados en las Web de Salud Pública y la Oficina Nacional de Estadística, respecto al dato del número de nacimientos.