Tras un nuevo intento de perforar la zona de $16 hacia principios de año, el dólar se ha desplomado unos 70 centavos hasta el rango de 15,30 / 15,40 donde tradea en estos momentos. Esta baja fue motivada entre otras cosas por ventas de dólares del Tesoro – provenientes de las recientes colocaciones de deuda – para financiar el creciente déficit fiscal en el que continúa incurriendo el Gobierno actual.
Los niveles de resistencia en torno a los $16 por dólar han sido óptimos para tomar posiciones en pesos. El rango actual de precios donde la demanda ha aparecido invita a comenzar a tomar posiciones en dólares.
Otro hecho que sustenta esta idea, es el fenomenal rally que han tenido los bonos en pesos en lo que va del año, dejándolos con yields poco atractivas:
- Los bonos del tesoro (BonTes) a tasa fija en pesos emitidos en octubre del año pasado con vencimientos a 2021 (TO21), 2023 (TO23) y 2026 (TO26), han escalado hasta un 20% medido en dólares en lo que va del año, suba motivada por expectativas de incorporación de estos títulos por parte del JP Morgan al índice GBI-EM (bonos de mercados emergentes), lo cual fue confirmado a principios de mes. Los precios de estos títulos se aceleraron particularmente durante el mes de febrero, llegando a ganar un 7,6%.
Estas subas han dejado yields en estos tres títulos inferiores al 15%, mientras TM18 y TS18 completan la curva con tramos algo más cortos rindiendo por debajo del 20%, tasas que a priori no seducen en un escenario de expectativa de inflación que roza el 21% para este año.
- Otro segmento que ha mostrado excelentes rendimientos en lo que va del año es el de los bonos ajustables por CER. Las expectativas de inflación de corto plazo se han incrementado sensiblemente (10 puntos básicos para marzo y 20 para abril), ubicándose en 1.8% y 2% respectivamente, según muestra el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado mensualmente por el BCRA. Los inversores tomaron posiciones en bonos ajustables por CER más cortos, priceando un impacto considerable en el nivel de precios luego del aumento de servicios previsto para las próximas semanas. Títulos como el BonCer 2021 (TC21) o Discount (DICP) subieron hasta 3.8% en el mes de febrero, y ya no quedan bonos cortos que rindan más de 2%.
Con este escenario donde el mercado se ha posicionado en favor de la renta fija en pesos y el tipo de cambio se encuentra en niveles en los cuales la demanda comienza a aparecer, tomar posiciones en dólares se perfila como una alternativa interesante buscando proteger el portafolio de una depreciación del peso en el corto plazo (rebote nuevamente hasta la zona de $16). Hacia fines de abril y durante el mes de mayo, con el ingreso de divisas de la cosecha, acompañado por afluencias del blanqueo probablemente la oferta vuelva a estar presente y mantener al billete debajo del mencionado nivel de 16 pesos por dólar.
En este sentido, en una aproximación hacia el rumbo que pueda tomar la curva hard-dollar de soberanos locales, vale aclarar que desde el plano externo comenzarán a llegar algunos factores de riesgo que puedan generar volatilidad en las tasas:
- Los datos de empleo (nóminas no agrícolas) en los Estados Unidos del próximo viernes serán un factor determinante para la decisión de tasas de la Fed. El consenso de mercado es de 190.000 nuevos empleos no agrícolas. Los datos de empleo preliminares (ADP) del día de ayer mostraron una mejora de 298.000, lo cual invita a creer que el dato oficial superará expectativas.
- La reunión de la Fed será la próxima semana, y la decisión de tasas se dará a conocer el miércoles. Actualmente la tasa Fed Funds se ubica en 0.75%. Las probabilidades de suba son extremadamente altas.
La tasa del 10yr recorrió casi 20 bps al alza en lo que va de marzo, ubicándose actualmente en la zona de 2.5%, buscando sus máximos de más de 2 años ubicados en 2.6%.
Nuevas alzas en la tasa libre de riesgo tendrían a priori un impacto negativo en la curva local, con mayor preponderancia en los bonos más largos que cuentan con mayor apalancamiento por DM.
En el plano local, el panorama es algo más positivo para la renta fija: Esta semana la calificadora Moody’s mejoró la perspectiva de la deuda soberana de estable a positiva, aunque manteniendo la calificación en B3. Esperan para este año y el próximo, un crecimiento del 3%.
Evaluando la pendiente de la curva, podemos ver que el tramo corto ha quedado prácticamente sin tasa, por su proximidad al vencimiento (casos AA17 y GJ17).
En este momento las opciones más atractivas se encuentran en el tramo medio, puntualmente en AY24 y A2E2 de cara a la semana que viene, donde probablemente la volatilidad esté a la orden del día, cuando el mercado estará expectante a lo que decida la Fed el próximo miércoles.
Por otra parte, es recomendable evitar tomar posición en bonos con vencimientos más largos (los ubicados en el llamado “tramo largo”) ya que éstos serán más sensibles ante cambios en las tasas de interés de la Fed.
Próximamente estaremos ofreciendo un servicio de Suscripciones Premium de renta fija, en donde comentaremos semanalmente el panorama para la renta fija local, incluyendo recomendaciones concretas de compra y venta sobre distintos títulos de Argentina. Para más información pueden contactarse a [email protected].
Referencia: Manuel Carpintero (Carta Financiera)