Valorado en más de 2 millones de dólares, ha estado durante 10 años escondido en las Montañas Rocosas y más de 350.000 personas lo han buscado sin éxito
Apriori puede parecer el guión de una película de Steven Spilberg, pero nada más lejos de la realidad. El deseo de Forrest Fenn parece haberse cumplido y ahora él, según ha declarado a los medios, se encuentra “medio feliz, medio triste, porque la búsqueda ha terminado”.
Para entender esta curiosa historia habría que remontarse a 1988, año en el que a este coleccionista de arte le diagnosticaron un agresivo cáncer que creyó no poder superar. A partir de ese momento y teniendo en cuenta la gran cantidad de piezas valiosas que poseía, decidió agrupar algunas de las más significativas en una caja de latón para que, si se desencadenaba el fatídico final, lo enterrasen con ella. Diamantes, monedas de oro, zafiros… No faltaba de nada.
Finalmente, Fenn ganó la batalla a la enfermedad y lejos de olvidar la idea de su cofre -cuyo valor superaba los 2 millones de dólares– decidió esconderlo en algún punto de las Montañas Rocosas (la cordillera que va desde Columbia Británica, en Canadá, hasta Nuevo México, en los Estados Unidos) allá por el año 2010. La idea de que alguien lo encontrase y viviese una vida feliz y sin preocupaciones lo fascinaba, y por eso decidió escribir un libro para incentivar a la gente a su búsqueda.
La obra titulada «The Thrill of the Chase» («La emoción de la persecución»), la publicó él mismo y a pesar de no tener la mejor edición, se convirtió en un éxito de ventas en las ciudades de la zona.
En ella desvelaba el paradero del tesoro a través de nueve pistas y un poema final y como era de esperar, hizo que miles de personas se lanzasen a su búsqueda. En una entrevista concedida en 2018 Forrest afirmó que más de 350.000 habían emprendido la aventura de hacerse millonarios sin éxito y que cada día recibía cientos de emails y declaraciones falsas que afirmaban haberlo encontrado con el fin de que se fuese de la lengua y desvelase algún otro indicio
El oscuro capítulo de una rocambolesca historia
Por si esto fuera poco, también explicó que había recibido amenazas y múltiples intentos de soborno durante este tiempo y que incluso en más de una ocasión se había visto obligado a llamar a la policía. Sin embargo, lejos de resultar anecdótico, el fatídico final de algunos cazatesoros hace que esta historia tenga un sabor agridulce.
Durante este tiempo 4 personas han perdido la vida, lo que obligó a Fenn a aclarar que estaba escondido en una zona de fácil acceso a la que se podía llegar con coche y que no estaba a las orillas del río Grande (uno de los más caudalosos del sur de Estados Unidos). Finalmente, hace apenas unos días recibió una carta con una foto adjunta del codiciado tesoro, que servía como prueba para dar por finalizado este juego que había durado una década.
Fuente: ABC.es