Las potencias industriales del G7 se comprometieron el lunes a hacer «lo que sea necesario» para restablecer el crecimiento económico global, en caída libre por la pandemia de coronavirus, que describieron como «una tragedia humana».
Los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido destacaron la necesidad de unir fuerzas y actuar rápidamente para abordar el daño, después de una cumbre extraordinaria realizada por videoconferencia.
«La pandemia de COVID-19 es una tragedia humana y una crisis sanitaria global, que también plantea grandes riesgos para la economía mundial», dijeron en un comunicado conjunto.
«Decidimos coordinar las medidas y hacer lo que sea necesario, utilizando todas las herramientas de política, para lograr un fuerte crecimiento en las economías del G7 y protegernos contra los riesgos a la baja», señalaron.
Las medidas tienen como objetivo «apoyar de manera inmediata y en la medida necesaria a los trabajadores, las empresas y los sectores más afectados».
Con distorsiones en los mercados debido a cuarentenas masivas y restricciones de viaje, los gobiernos de los países más ricos del mundo están bajo presión para demostrar que pueden controlar la situación.
«Coordinaremos nuestros esfuerzos para retrasar la propagación del virus, incluso a través de medidas apropiadas de gestión de las fronteras», apuntaron.
Además, dijeron que ordenaron a sus ministros de Finanzas que consulten semanalmente para implementar medidas y «desarrollar más acciones oportunas y efectivas». Los ministros de Salud también hablarán semanalmente para tratar de coordinar la información al público y el conocimiento médico.
Los líderes del G7 pidieron por otra parte a las instituciones globales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que proporcionen «rápidamente» asistencia financiera a los países que la necesitan.
«Estamos comprometidos a trabajar juntos con determinación para implementar estas medidas para responder a esta emergencia global», afirmaron.
Y señalaron estar «decididos no solo a restablecer el nivel de crecimiento previsto antes de la pandemia de COVID-19, sino también a construir las bases para un crecimiento futuro más fuerte».
En Washington, la Casa Blanca calificó la videoconferencia de los líderes el G7 como «histórica».