Por. Liza Collado
La emergencia de salud mundial que ha generado la pandemia por la enfermedad covid-19, ha obligado los países a innovar, implementando medidas que contribuyan con la reactivación económica. Cuando hablamos de innovación, se trata de lograr encontrar un punto medio entre dos conceptos que no estén relacionados pero que nos permitan crear o rediseñar los mecanismos para motorizar la productividad.
A escala global los pequeños negocios se han ahogado, sin poder responder a una gran masa de empleados en todo el mundo. De ahí la importancia de que los gobiernos deban incentivar y proteger las empresas que mueven la economía regular.
En República Dominicana es determinante relanzar las pymes, logrando identificar los recursos que puedan contribuir a tales fines. Hacerlo, las obliga a establecerse en la formalidad; con ello se impulsa la producción nacional, el encadenamiento y se canalizan las inversiones.
La experiencia de México y Perú
Recientemente la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León, México, organismo que promueve el desarrollo de la comunidad industrial en ese país, realizó Expo Pymes 2020 Virtual, una iniciativa que busca dinamizar la economía ante la crisis.
De todas las propuestas expositoras, la que más atrajo nuestra atención fue el efecto blending, una propuesta de María Acciona, reconocida consultora en programas de formación empresarial con más de 15 años apoyando el liderazgo colaborativo mexicano.
La especialista plantea que si se busca innovar para reactivar, lo recomendable es no basar nuestros procesos o procedimientos en algo que ya existe porque dificulta la aplicación de elementos novedosos, expresó con lucidez que podemos encontrar la innovación justo allí, en medio de la imaginación y la creatividad. Se escucha fácil, sin embargo, de los 68 mil pensamientos que genera el cerebro humano por día, cerca del 95% responde a experiencias vivenciales que ya hemos tenido y estas permanecen igual para toda la vida, dato que se puede googlear.
En el Perú, el Ministerio de Producción también ha lanzado una iniciativa de innovación procurando la reactivación económica nacional. La medida propone cursos de especialización y programas de postgrado de modalidad virtual, cofinanciados, impartidos por instituciones del exterior con orientación al desarrollo de actividades de innovación.
Además de fortalecer las capacidades, se otorgan fondos no reembolsables a las pequeñas empresas para acelerar su transformación digital, logrando crear servicios y productos innovadores que puedan adaptarse a las necesidades de su país.
Si bien es cierto que la innovación no implica exclusivamente la creación de nuevos productos o servicios, sí constituye un reto estratégico para el empresariado y los gobiernos la generación de nuevas ideas, que puedan convertirse en servicios o productos de éxito comercial en los mercados. Activar la creatividad económica implica sistematizar las operaciones, incorporando nuevas tecnologías que permitan una mayor vinculación entre proveedores y clientes.
En tiempos tan convulsos, en los que se requiere la integración de todos los sectores, resulta cuasi obligatorio observar las experiencias y mejores prácticas de los países, que como el efecto blending, procuran implementar medidas innovadoras para la reactivación económica.