El término per cápita es una cuantificación de tendencia central que utiliza la estadística para agrupar en un solo valor lo que le corresponde a cada persona de un conjunto de valores, como es el caso del promedio, que equivale a la media en el lenguaje de uno de los tres tipos de medidas de tendencia central que existen.
Aunque cuando subí en mi cuenta de twitter @haivanjoe el valor de tres indicadores per cápita dominicanos, el PIB, impuestos y gasto público, solo tenía el propósito informativo; pero un comentario del amigo Franklin Díaz a lo publicado en la referida red, sirvió de motivo para escribir el examen que aparece a continuación.
De los tres promedios mencionados el más conocido es el del PIB per cápita, no solo porque es uno de los componentes para acercarnos a medir niveles de desarrollo de las economías, sino además porque es utilizado para que algunos países puedan ser sujeto de asistencia financiera por parte de determinados organismos internacionales; pese a ello, muchos ciudadanos y sectores lo cuestionan por no sentirse representados en el referido indicador.
Para el caso dominicano, al cierre de 2016 el PIB per cápita se situó en RD$327,385 al año, equivalente a unos US$7,112, cuando en 2000 lo fue de RD$46,834, o su igual en US$2,870, un crecimiento significativo de alrededor de 600.0% en pesos, durante los 16 años transcurridos y en dólares de alrededor de 148.0%, ese desempeño ha permitido que el Banco Mundial coloque a la República Dominicana entre los países con nivel de ingreso mediano alto, dentro de la clasificación que tiene el referido organismo multilateral.
Respecto a los impuestos per cápita, indicador mucho menos conocido que el del PIB por persona, a diciembre de 2016 se ubicó en RD$RD$44,828, cuando en 2000 fue de RD$5,444, para un crecimiento de 823.0%; por el lado del gasto público per cápita, excluyendo las aplicaciones financieras, se situó para iguales años en RD$5,680 y RD$65,626, respectivamente.
Al cruzar los indicadores de ingreso y gasto público per cápita, es una forma más de apreciar el balance o desbalance existente en las cuentas fiscales dominicanas; para el caso, apréciese que tanto en 2000, como en 2016, pero con mayor magnitud en el último año, el resultado es deficitario; en el caso del primero de RD$236.0 y en el segundo de RD$20,798.
Lo anterior es demostrativo no sólo de la magnitud del déficit presupuestario; sino también de la evolución creciente que han tenido las necesidades brutas de financiamiento en la formulación y ejecución del presupuesto nacional de cada año, que para 2018, conforme a la propuesta supera los RD$213 mil millones.
En 2017 las necesidades brutas de financiamiento fueron cuantificadas en RD$171,886.2 millones, de acuerdo al presupuesto del presente año, equivalente en términos per cápita a RD$16,901; si se le descuentan las aplicaciones financieras, se obtendría el financiamiento neto, que en términos per cápita se situaría en RD$8,348 y para 2018 podría alcanzar los RD$8,650.
Los resultados de este cuarto indicador refuerza la necesidad de impulsar en forma paralela iniciativas en las direcciones de un pacto fiscal y una ley de responsabilidad fiscal, a los fines de no esperar llegar a que las finanzas públicas aumenten la exposición al riesgo, de convertirse en insostenibles y luego tengan el efecto difusión perverso hacia el resto de la economía, haciéndola contraer a niveles no deseados.