La temática abordada en la presente opinión abarca las metas de algunos indicadores que forman parte importante de la construcción y mantenimiento de la estabilidad macroeconómica. El desempeño de los indicadores, como la tasa de inflación, la base monetaria restringida y el tipo de cambio, podrían anticipar la conducta de los inversores, del consumidor, el ahorrante y, por consiguiente, del resultado de la economía nacional para un momento determinado.
En la economía dominicana, desde que se inició la implementación del Esquema de Metas de Inflación (EMI) a principio del 2012, como herramienta principal para el manejo de la política monetaria, ha tenido el efecto de mitigar posibles desvíos en los precios de la economía, para lo cual el instrumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) es empleado para incidir, mediante el efecto transmisión, sobre las tasas bancarias e interbancarias y por ese conducto en las decisiones del público en general y de los agentes económicos.
El EMI es presentado en el Programa Monetario anual del Banco Central de la República Dominicana y está sustentado en forma legal por el Art. número 228 de la Constitución de la República –relativo a la estabilidad de precio-, y al Art. 26 de la Ley Monetaria y Financiera 183-02, que da mandato para ejecutar la política monetaria basada en el referido Programa.
El Programa Monetario correspondiente al 2019, contempla una proyección media de la Base Monetaria Restringida (BMR) al finalizar el año en curso de RD$ 257,862 millones, para un crecimiento interanual de 8.1 % -monto y crecimiento considerado consistente con la meta de inflación de un 4.0 % y margen de error de un 1.0 %-, crecimiento de los billetes y monedas emitidos en un 5.3 % interanual, incremento de los depósitos del encaje legal en un 12.6 % y de las reservas internacionales netas que incrementen en US$ 455.5 millones.
Por su lado, el Presupuesto Nacional de Ingresos y Ley de Gastos Públicos del 2019, contempla en el programa macroeconómico plurianual, una tasa de cambio promedio en el mercado spot local de RD$ 52.18 y al finalizar diciembre de RD$ 53.10, por cada dólar estadounidense.
El resultado de la tasa de inflación acumulada al cierre del 2018 fue de un 1.17 %, muy por debajo del límite inferior de la meta de inflación que era de un 3.0 %, un tipo de cambio de RD$ 50.27 por US$ 1.0 para la venta de la divisa estadounidense, cuando la proyectada fue de RD$ 51.05 y la Tasa de Política Monetaria del Banco Central concluyó el año con un nivel de un 5.50 %, la que se mantuvo estable desde agosto hasta finalizar el año y la Base Monetaria Restringida, finalizo el 2018 con RD$ 242,828 millones, cónsono con el nivel establecido en el programa monetario del año que se proyectó en RD$ 242,773.
Cuadro En millones RD$, US$ y %
Variables | Meta/Programa/Presupuesto | Nivel registrado |
BMR | RD$ 228,000-236,000 | RD$ 234,444 |
Tasa de Inflación | 4.0 +/- 1.0 | 0.86-1.47 |
Tasa de Cambio | RD$ 53.10 | RD$ 50.45 y RD$ 50.55 |
Tasa Política Monetaria | N/A | 5.50 |
RIN | US$ 455.5 | US$ 307.0 |
Fuente: Construido por el autor en base a la Web del BC y DIGEPRES.
Para el trimestre enero/marzo del 2019 el nivel general de precios al consumidor, medido por la tasa de inflación acumulada ha sido de un 0.86 %, la anualizada de marzo 2019/marzo 2018 fue de un 1.47 %, desvío inferior en un 1.53 % del piso mínimo de la meta de inflación consignada en el Programa Monetario, que es de un 3.0 %, sugiriendo un grado de holgura para el manejo de la política monetaria de tipo expansiva, de ser necesario para alcanzar los objetivos propuestos.
Dada la baja y estable tasa de inflación registrada durante el primer trimestre enero/marzo del año en curso, la TPM del Banco Central ha permanecido neutra, al no experimentar ningún tipo de movimiento, permaneciendo estática en un nivel de tasa monetaria de un 5.50 %.
Por su lado, la tasa cambiaria en el mercado spot se situó al cierre del tercer mes del 2019 en RD$ 50.45 para la compra y para la venta en RD$ 50.55 por cada dólar estadounidense, registrando un nivel de depreciación a nivel de la venta de un 0.52 % y en términos anuales de marzo 2019 a marzo 2018 de un 2.7 %, para un desvío positivo respecto al estimado al finalizar el año en curso de un 2.9 %. Este resultado se alinea a la baja tasa inflación de igual periodo de meses.
En lo relativo a las Reservas Internacionales Netas (RIN), la evolución muestra que ha pasado de enero a marzo del 2019 de US$ 7,046.5 a US$ 7,353.5 millones, para un incremento equivalente a US$ 307.0 millones, monto alineado con el aumento esperado de los activos financieros líquidos internacionales para todo el año, que es de US$ 455.5 millones.
En cuanto a la Base Monetaria Restringida, establecida para el primer trimestre del Programa Monetario del 2019, el límite inferior es de RD$ 228,000 y el mayor de RD$ 236,000 millones; mientras que, el nivel registrado a finales de marzo ha sido de RD$ 234,444 millones, muestra de que el indicador monetario se ha mantenido dentro de la franja establecida de los tres primeros meses del año, una señal de que esta variable ha favorecido el bajo nivel de tasa de inflación acumulado y alcanzado para igual periodo.
Los resultados de los indicadores metas, examinados en la presente opinión, son evidencias del alto nivel de cumplimiento de la política monetaria durante el trimestre enero/marzo del 2019, bajo el Esquema de Metas de Inflación; lo que permite afirmar que por el momento no existe en la economía dominicana variables internas de orden monetario que presionen la estabilidad alcanzada y que de continuar la trayectoria, estaría cerrando el año con un nivel de cumplimiento que favorece el crecimiento económico con estabilidad.
A lo interno de la economía dominicana, como ya se indicó, no existen factores perturbadores que la amenacen, salvo que, la condición de ser un año pre electoral sin definición, en cuanto al desafío que enfrenta el partido de gobierno por el tema de la modificación o no de la Constitución de la República. Un tipo de resolución del tema constitucional –el de la modificación a la Carta Magna-, podría ser determinante para la actividad económica, en virtud de la preservación del clima de confianza y seguridad jurídica y estabilidad observada hasta el momento.