El Grandmaster Chime 47mm se convierte en el reloj más caro de la historia en la subasta Only Watch
Este fin de semana, en la ciudad suiza de Ginebra, se ha cerrado la puja Only Watch -la subasta filantrópica más lujosa del mundo- con un récord histórico: el mejor postor desembolsó 31 millones de dólares (28 millones de euros) por el Patek Philippe modelo Grandmaster Chime 47mm, que se ha convertido en el reloj de pulsera más caro del mundo, arrebatando el puesto a Rolex.
El equipo de expertos relojeros que organizaron el evento consideraban que la pieza de la marca ginebrina era la «joya de la corona» de la Only Watch 2019. Sin embargo, su valor estimado antes de la puja era mucho menor: apenas llegaba a los 3,4 millones de euros.
El ejemplar se fabricó exclusivamente para la subasta, por lo que más que un valor histórico, su importancia se reducía a ser el alma del citado evento.
Patek Philippe sólo denomina Grandmaster a sus creaciones más complicadas y este es el reloj más laborioso concebido por la casa relojera: incluye 20 complicaciones únicas con dos relojes dentro de una caja, uno en la parte delantera y otro en la parte posterior. Incluye una gran y pequeña sonería, un repetidor de minutos, un calendario permanente instantáneo con una pantalla de cuatro dígitos, segunda zona horaria, indicador de día y noche y de día y fecha (en ambos diales), mes, ciclo del año bisiesto, y cuadro de visualización de año de dígitos y subdial de 24 horas y minutos.
Aunque la pieza subastada no es la única Grandmaster Chime se diferencia del resto de la familia en su caja de acero, un material habitual en los relojes de la marca pero nunca en uno de esta edición. Su esfera color salmón también es única y se combina con la numerología negra de estilo Breguet apoyada en el dial texturizado. Tiene una caja reversible de 47.7 mm que alberga diales gemelos, uno de oro rosa y el otro negro. Además de la exclusividad, el reloj tiene en su cronometraje marcado la inscripción «el único», haciendo referencia al hecho de que solo existe uno de estos modelos.
El reloj está completamente elaborado a mano, con multitud de texturas y acabados diferentes. En el dial de salmón tiene los números de estilo Breguet apoyados contra el dial texturizado, y en el lado negro tiene una superficie brillante con subdiales colocados en él.
«La pieza se revalorizó en una sala llena de postores acostumbrados a pagar decenas de millones por una obra de arte», aseguró el portavoz de la marca. El Patek Philippe sobrevivió a la categoría histórica para elevarse a la categoría artística. «Es el arte relojero más exclusivo jamás producido«, señaló el experto.
Fuente: Cinco Días – El País