El artículo que escribiera Andy Dahuajre, bajo el título: La marcha del progreso, hace referencia, básicamente, a varios aspectos de naturaleza económica. Desde mi punto de vista, me limitaré a referirme a dos de ellos: a los críticos del presidente de la República, Danilo Medina Sánchez, y la crítica solapada en contra del expresidente, doctor Leonel Fernández Reyna.
Como quien suscribe es un peledeísta de más de 40 años y justo el pasado 17 de agosto de 2018, escribí por convicción propia un artículo con el título: Dos años de economía dominicana, en donde he destacado los aciertos de la presente gestión (tres días antes de la publicación del artículo de Andy, en el que también resaltó los logros alcanzados por el presidente Medina), he considerado oportuno observar lo dicho por él.
Dahuajre fue un asesor económico de primera línea en la gestión del presidente, señor Hipólito Mejía Domínguez. Sin embargo, unos años después -cuando en el 2011 en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) sus dirigentes procuraban la candidatura presidencial-, él fue un defensor del ingeniero Miguel Vargas Maldonado y contrario al expresidente Mejía, y para la ocasión escribió al menos dos artículos en contra del señor Mejía, los cuáles me motivaron a escribir en aquel momento un artículo que titulé: Lo que dijo Andy de Hipólito.
Como tal vez eso le pudo haber servido de lección, espero que no le haga lo mismo al presidente de la República, Danilo Medina, al concluir el gobierno que preside; aunque al final, se podría decir que sí existen señales que muestran que Andy actúa más por conveniencia que por lealtad, lo cual se encuentra muy lejos de la ética de la convicción.
Si fuera yo, preferiría que me defendiera uno de los míos a alguien ajeno a mí, aunque en la coyuntura se crea ser una persona neutra que está al servicio de mis intereses. También, si fuera yo, me cuidaría de no hacerle el juego a quienes en el fondo procuran profundizar las diferencias internas en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) e incluso, desean hasta su división.
En la segunda parte de esta opinión, me referiré a la crítica solapada contra el expresidente, Leonel Fernández, pues al pretender Andy defender al presidente de la República, Danilo Medina, mediante una comparación que incluye en forma conjunta las gestiones de Fernández y Mejía, como una forma de no destacar los resultados de la administración de Leonel, lo que en el fondo también pudiera perjudicar a quien está pretendiendo defender, dado que las administraciones de Leonel y Danilo pertenecen al cuerpo completo del PLD, ya que son sus gobiernos.
Para nadie es un secreto los desastrosos resultados económicos de la gestión del periodo 2000-2004, por lo que agrupar las gestiones de los periodos del 1996-2000 y del 2004-2012 con la del expresidente Mejía, procura “contaminar” los buenos resultados de las gestiones de Fernández, con los malos resultados de la administración del PRD; además de que metodológicamente deriva en una inconsistencia la comparación del periodo 1993-2012 con los del 2013-2018. Para ser un apologista no es necesario abusar.
Veamos ahora los resultados de las gestiones del expresidente Fernández, para que se aprecie cómo queda al desnudo la malsana práctica de agruparlas con la del expresidente Mejía y la posterior comparación que hizo Andy con las administraciones actuales del presidente de la República.
En la primera gestión de Fernández, el Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa promedio anual de un 6.9 %, muy superior a la de Mejía, que fue de un 2.2 %; para luego recuperarse con una tasa promedio del PIB para los periodos comprendidos entre el 2004/2012 a un 6.6 %.
Al examinar la variable del PIB per cápita, encontramos que al 1996 era de US$2,218 y al finalizar el 2000 se incrementó a US$2,870; posteriormente, al cierre del periodo gubernamental del presidente Mejía, se redujo a US$2,617; incrementándose luego al finalizar la del presidente Fernández en el 2012 a US$6,274.
Acerca de la inflación, la tasa acumulada en el periodo del 1996-2000 fue de un 27.3 % y la del periodo del 2000-2004 alcanzó la cifra histórica de un 92.9 %; posteriormente, durante las gestiones del 2004 al 2012, equivalente a 8 años, la tasa de inflación acumulada fue de un 48.3 %.
Respecto a la tasa de desempleo ampliada, en el 1996 era de un16.6 % y al terminar la gestión del periodo 1996-2000 fue de un 13.9 %; luego se situó en el 2004 -cuatro años después, pero en la gestión del presidente Mejía- en un18.4 %; mientras que a la salida del presidente Fernández en el 2012 se redujo a un14.7 %.
Con relación a la pobreza general monetaria, durante la administración del periodo 1996-2000 concluyó con un nivel de un 32.0 %; en cambio, al término del periodo 2000-2004 se elevó a un 49.9 %; quedando después reducida al finalizar la gestión del 2012 en torno al 40.0 %.
Por el lado cambiario, la tasa de depreciación monetaria nominal acumulada del periodo 1996-2000 fue de un 19.1 %; mientras que la de los años 2000-2004 alcanzó no menos del 155.0 % y para los ocho años que van del 2004 al 2012, se produjo un efecto contrario al apreciarse el peso dominicano en el orden de un 5.8 %.
No sobra enfatizar que el periodo gubernamental del 2000-2004 fue un cuatrienio perdido en términos económicos, mientras que los del 1996-2000 y los dos del 2004 al 2012, representaron avances, por un lado, y recuperación por el otro: pese a coincidir con la crisis financiera internacional más severa de las últimas décadas y con los precios del petróleo con valores que llegaron a superar los US$140/barril.
En cuanto a la deuda pública del sector no financiero, al concluir la administración de Fernandez en el 2000 se situó en un 13.5 % del PIB; en cambio, al término de la de Mejia ascendió a 28.4 %; para luego disminuir hasta situarse en 23.3 % al finalizar el 2008; aunque posteriormente al cierre del 2012 se movió a 32.0 %.
De manera que como ha podido apreciar el lector, los resultados macroeconómicos y sociales durante las gestiones del entonces presidente Leonel Fernández, superan con creces positivamente a los del presidente Hipólito Mejía; por lo que juntar ambos resultados nos ofrecen argumentos como para pensar en lo mal intencionado que ha sido el artículo que publicó Andy.
El interés defensivo que ahora quiere hacer Andy a la gestión del presidente Medina, mediante la “fórmula mágica” ofrecida para las gestiones del presidente Medina, comparándolas con otras gestiones, mediante la suma de las administraciones de los expresidentes Leonel e Hipólito, como si el primero fuera del partido del segundo; y no hacer lo que corresponde: agrupar los resultados de las administraciones de Leonel y Danilo, como un cuerpo de las gestiones de los presidentes de la República Dominicana que pertenecen al PLD, lo que arrojaría una marcha del progreso con el sello peledeista.
Por lo anteriormente expuesto, en mi calidad de miembro del Comité Central del PLD, digo que para defender a Danilo de esa manera, mejor que no se haga; porque con gusto ya lo he hecho en el artículo citado al inicio de esta opinión y lo volvería a hacer sin ningún problema, en caso de que sea considerado necesario.