Por Liza Collado
La editora Paidós para el año 1997 imprimió la primera edición del libro Marketing Político y Comunicación; claves para una buena información política, en el que Philippe J Maarek quiso mostrarnos lo perjudicial que muchas veces pueden resultar las alianzas que realizan los políticos con los medios de comunicación. Destaca que los responsables del bien público están en el deber de adaptar su forma de comunicarse a la evolución de la sociedad sin incurrir en excesos.
Quien también fuera copresidente del Comité de Investigación en Comunicación Política de la Asociación Internacional de Ciencia Política y profesor asociado en la Universidad de Paris XII-Val-de-Marne, profesor invitado en la Paris-I-Pantheon-Sorbonne y Paris-X-Nanterre; abordaba la figura del político y sus actividades previas a la campaña, con ejemplos de fácil aplicación que sirven como referencia aún en la actualidad.
En Estados Unidos a partir de los años 70, la publicidad política se vio más favorecida luego de implementar la estrategia de los spots comerciales de 30 segundos, porque les permitió no solo incursionar en variaciones que van desde la publicidad tradicional hasta la comparativa o negativa, sino implementar otras herramientas de comunicación novedosas, que fueron en constante evolución hasta la aparición de la publicidad política digital.
En este tema la importancia vital la tiene el Plan de Contenidos, el diseño y estructuración del mensaje que se quiere llevar, para estimular las opiniones favorables o provocar un cambio en la apreciación de los receptores que son indiferentes a la propuesta política. Lo que se debe evitar son los excesos de publicidad sin enfoques de segmentación.
La experiencia latinoamericana nos subraya que cada vez cobran más fuerza las campañas orgánicas, en las que la personalidad del actor político se corresponde con la imagen que queremos mostrar ante el público electoral, fortaleciendo el mensaje sin importar que este se haga sobre líneas básicas, fundamental o complejo.
Autores como Craig Allen, Jean Baudrillard, Jean-Marc Benoit, Larry Sabato, Russell Newman y muchos otros que podríamos citar, han coincidido en que los partidos políticos y sus dirigentes deben llevar un mensaje claro, que se identifique con la sociedad, armonioso y atractivo a las demandas que se exigen en la construcción del tejido social.
Quienes apostamos al liderazgo colaborativo encontraremos siempre los espacios de aportar en la construcción de los proyectos e ideas que beneficien a la colectividad, la participación política es una vía y el correcto uso de la publicidad en ella, es una herramienta para la construcción del país que soñamos.