I de Juan nos confronta en plena Epifanía del Señor. Personas que no soportamos. Algunos con quienes hemos tenido roces muy desagradables.
Resentimientos y deseos de desquite contra los que nos han dañado.

¿Por qué desperdiciar esta existencia tan breve y frágil con el oído?

Tratemos de sobrellevar a quienes no nos simpatizan. Desechemos los desencuentros con otros del pasado. Es del mismo diablo el proceder con actos malvados contra quienes actuaron inmoral y violentamente contra nosotros.

La vida es muy amplia.

Mucha, mucha gente buena pueden ser buenos amigos nuestros. Son incontables a los que podemos hacerles tanto bien y sanar las heridas y traumas con más que nos dejaron marcados.

PERDONA LO QUE NO PUEDES OLVIDAR