La Eurocámara concedió este jueves el premio Sájarov de los derechos humanos al cineasta ucraniano Oleg Sentsov como una «poderosa señal para los presos políticos ucranianos» en prisión en Rusia, llamando a su liberación.
«Oleg Sentsov se convirtió en un símbolo de la lucha por la liberación de los presos políticos en Rusia y en el mundo», dijo el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, al anunciar la concesión del premio a este cineasta detenido en 2014 y encarcelado actualmente en la Siberia rusa.
Moscú denunció una decisión «totalmente politizada», en palabras de la portavoz de la diplomacia Maria Zajárova, para quien «prácticamente nadie» ha visto las películas del cineasta, cuyo primer largometraje «Gamer» se proyectó en 2012 en el festival de Róterdam.
Sentsov sucede así a la «oposición democrática de Venezuela» en este galardón, que lleva el nombre del científico soviético disidente Andrei Sájarov y que, desde 1998, reconoce a quienes aportaron una contribución excepcional a la lucha por los derechos humanos.
Los presidentes de los grupos parlamentarios escogieron a puerta cerrada al cineasta ucraniano frente a los otros dos candidatos: el activista marroquí Nasser Zefzafi, también en prisión, y once oenegés que rescatan migrantes en el Mediterráneo.
Para el Partido Popular Europeo (PPE, derecha), que lo propuso como candidato, el premio envía «una poderosa señal para los presos políticos ucranianos». «Es una señal clara contra su detención ilegal», apuntó el eurodiputado liberal checo, Pavel Telicka.
Oleg Sentsov, nacido en Crimea hace 42 años, fue detenido en su casa en mayo de 2014 y condenado un año después a 20 años de prisión por «terrorismo» y «tráfico de Armas», tras un juicio calificado de «estalinista» por Amnistía Internacional.
Este padre de dos hijos inició una huelga de hambre a mediados de mayo para obtener la liberación de todos los «presos políticos» ucranianos detenidos en Rusia, antes de poner fin 145 días más tarde para evitar ser alimentado a la fuerza.
«Espero que [el premio] le ayude a resistir más tiempo», dijo a la AFP su prima Natalia Kamplan, precisando que el cineasta todavía no sabe que lo recibió. Para el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, el galardón le acuerca a su «liberación», dijo en Facebook.
Tajani, que alabó además el «coraje» y «determinación» del galardonado, reclamó su liberación urgente por «su estado de salud tras una larga huelga de hambre». La ceremonia oficial de entrega tendrá lugar el 12 de diciembre en Estrasburgo (Francia).
Su situación ejemplifica las tensas relaciones entre Rusia y Ucrania desde la anexión en 2014 de la entonces península ucraniana de Crimea por Moscú y el posterior conflicto armado con separatistas prorrusos en el este de Ucrania, que dejó más de 10.000 muertos.
Tras la anexión, La UE adoptó una serie de sanciones, como la prohibición de importar bienes desde Crimea, que forman parte de una respuesta más amplia contra Rusia por su papel en el conflicto en Ucrania.
Sentsov sigue los pasos de Nelson Mandela en 1988, el primer galardonado con este premio dotado con 20.000 euros, la paquistaní Malala Yousafzai (2013) o la yazidí Nadia Murad (2016). Años después recibieron además el premio Nobel de la Paz.
En sus 30 años de existencia, el prestigioso premio ha recompensado también hasta en tres ocasiones a disidentes cubanos -Guillermo Fariñas (2010), la asociación Damas de Blanco (2005) y Oswaldo Payá (2002)-, y en 1992 a las Madres de la Plaza de Mayo argentinas.
Por el camino se quedó este año la candidatura de 11 oenegés que rescatan migrantes en el Mediterráneo, propuesta por socialdemócratas y verdes, que buscaban, según estos últimos, recompensar «su incansable esfuerzo humanitario allí donde los gobiernos nacionales son reacios a actuar».
La concesión del galardón a las oenegés habría supuesto un duro revés para algunos gobiernos nacionales de la UE, como el de Italia, que en 2018 prohibió el desembarco de embarcaciones con migrantes a bordo e incautó temporalmente un barco de la española «Proactiva Open Arms».
Al igual que Sentsov, también se encuentra en prisión Nasser Zefzafi, líder del movimiento de protesta social conocido como «Hirak» en Marruecos y condenado a 20 años de cárcel por «complot contra la seguridad del Estado». El grupo de izquierda radical lo había propuesto.
Fuente:Afp.com