Por: FRANCESC PEIRÓN, NUEVA YORK. CORRESPONSAL
Los demócratas tienen el control del Senado más cerca. Uno de sus dos candidatos, el reveredo Raphael Warnock ha ganado uno de los dos escaños de la Cámara Alta de Estados Unidos en Georgia, según las proyecciones de los principales medios de comunicación de los resultados de estas elecciones decisivas para la capacidad de gobernar del próximo presidente, Joe Biden.
Los demócratas tienen ahora todavía más esperanzas de conseguir empatar a 50 representantes en Washington, algo que lograrán si gana el otro de sus contendientes, Jon Ossoff. Esto les permitiría tomar el control de la cámara alta. La vicepresidenta Kamaka Harris, en su condición de presidenta del Senado, dispondría del voto de desempate.
Capacidad de maniobra legislativa
Dominar el Senado significa gozar de una mayoría para ratificar los nombramientos de los integrantes del ejecutivo
Dominar el Senado significa gozar de una mayoría para ratificar los nombramientos de los integrantes del ejecutivo y capacidad de maniobra legislativa, sobre todo en un momento en que los progresistas también dominan la cámara de representantes. Si los republicanos se llevaban simplemente uno de los escaños, esta situación les facilitaría el bloquear decisiones y medidas de la futura Casa Blanca.
Mientras está a punto de terminar el recuento final, los principales medios de comunicación han dado la victoria a Warnock frente a la senadora republicana Kelly Loeffler en los comicios de segunda vuelta en el estado.
Warnock, que predica en la misma iglesia en que lo hacía Martin Luther King, compareció vía telemática y, aunque no proclamó su victoria, si dio la sensación de que se sentía confiado. Prometió que “iré al Senado a trabajar por todos los ciudadanos de Georgia, sin importar si me han votado o no”. Aludió a estos momentos de crisis social, sanitaria y de convivencia para apostillar: “¿Vamos a continuar con los juegos políticos cuando la gente sufre?”.
Entre tanto, en la confrontación entre el republicano David Perdue y el aspirante progresista Jon Ossoff daba una ligera ventaja al segundo respecto a su oponente. El candidato demócrata había conseguido ya más del 50 % de los sufragios (un 50,15% en concreto).
En caso de empate
La vicepresidenta Kamaka Harris, en su condición de presidenta del Senado, dispondría del voto de desempate
Desde los cuarteles republicanos se difundió que tanto Perdue como Loeffler confiaban en los votos por correo, en especial de los militares, para mantener sus escaños.
No pocos comentaristas incidieron en que tal vez la influencia del presidente Donald Trump les ha perjudicado. Trump lleva dos meses proclamando un fraude electoral imaginario, pero muchos de los votantes conservadores se lo han podido creer y se han desanimado a la hora de acudir a las urnas. Loeffler, en el mitin de Trump en Dalton, anunció que este miércoles será una de las que se pronunciará contra la certificación de Biden como presidente. Su adhesión a las conspiraciones en contra del voto que difunde Trump puede haberle pasado factura.
Todo apunta a que el recuento se prolongará a lo largo de este miércoles, jornada en la que se reúnen las dos cámaras del Congreso para certificar la victoria de Biden.
Fuente: La Vanguardia