Organizaciones de las Naciones Unidas.- Con la excepción de Estados Unidos, todos los países de la ONU cerraron este viernes el primer acuerdo para tratar de mejorar todo el proceso migratorio a escala global y aumentar la protección de los inmigrantes.
El documento, bautizado oficialmente como Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada, compromete a los Gobiernos con toda una serie de objetivos a la hora de gestionar las migraciones.
Entre las metas destacan ampliar las vías de migración regular, usar la detención de indocumentados únicamente como último recurso u ofrecer acceso a servicios básicos a todos los inmigrantes, sin importar su estatus.
El acuerdo no es jurídicamente vinculante, por lo que su implementación queda a la voluntad de los Estados, pero la ONU confía en que se convertirá en una guía clave a la hora tratar todos los asuntos de migración, como ha ocurrido en otros ámbitos con documentos de ese tipo, como la Agenda 2030 para el desarrollo.
“Hoy es un día histórico para Naciones Unidas, para el multilateralismo y, especialmente, para millones de migrantes”, aseguró el embajador de México ante la ONU, Juan José Gómez Camacho.
El diplomático mexicano lideró junto a su homólogo suizo, Jürg Lauber, la negociación del acuerdo, fruto de un compromiso de los jefes de Estado y de Gobierno en 2016.
Acuciados por la crisis de refugiados y migrantes que afectaba entonces a Europa, los países de todo el mundo aceptaron por primera vez negociar un gran marco para cooperar en este ámbito y establecer estándares mínimos.
Tras un largo periodo de consultas y seis meses de negociación, el resultado es un texto articulado en 23 objetivos que abarcan desde temas muy generales a cuestiones concretas, como la de avanzar para que los migrantes puedan transferir de un país a otro sus cotizaciones a la seguridad social.
Según sus responsables, se trata del resultado más ambicioso que era posible lograr teniendo en cuenta que había que poner de acuerdo a 192 países con realidades muy distintas.
La negociación, además, se produjo en medio de un clima muy crítico con la inmigración en un buen número de países, con un claro aumento de los mensaje nacionalistas y xenófobos por parte de líderes políticos.
En Nueva York, sin embargo, las discusiones fueron en todo momento constructivas y basadas en hechos más que en mitos, según destacó hoy la representante especial de la ONU para la Migración, la canadiense Louise Arbour, que recordó que la migración es una realidad inevitable.
El agujero más obvio en el pacto es, a priori, la ausencia de Estados Unidos, que abandonó el proceso de la mano de Donald Trump.
“Nos habría gustado tener a EE.UU. (…), pero la gran mayoría de los migrantes alrededor del mundo se beneficiarán”, apuntó al respecto Gómez Camacho durante una conferencia de prensa.
“Tenemos a 192 países que han acordado el texto y mantenemos la puerta abierta a Estados Unidos”, añadió el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miroslav Lajcak.
El acuerdo, sin embargo, podría perder rápidamente a uno de sus participantes, pues Hungría anunció hoy que su Gobierno va a estudiar la próxima semana la posibilidad de desvincularse.
Desde el primer momento, el Ejecutivo nacionalista del presidente Viktor Orbán ha sido muy crítico con algunas de las ideas centrales del pacto y este viernes dejó claro que no está para nada satisfecho con el resultado final.
Según el ministro húngaro de Exteriores, Péter Szijjártó, el texto no diferencia adecuadamente a migrantes regulares e irregulares, a los que se refirió como “ilegales”, y “anima” a quienes se saltan las normas, al pedir protecciones mínimas para todas las personas.
Szijjártó dijo que la “prioridad número uno” para Hungría seguirá siendo la seguridad y la protección de sus fronteras, pero también reconoció que su Gobierno quiere que “Hungría siga siendo un país húngaro”.
Para el analista del Center for Global Development Michael Clemens, el acuerdo es “el mayor paso que el mundo ha dado para responder con cooperación al desafío político clave de nuestro tiempo”.
“Lamentablemente hay hoy un movimiento político creciente en EE.UU., el Reino Unido, Italia y más sitios que promete afrontar los muchos problemas de la migración con restricciones o eliminándola totalmente. Este nuevo pacto es la alternativa a ese movimiento”, destacó el experto de este centro de estudios estadounidense.
Fuente: EFE