El tsunami que golpeó Indonesia el fin de semana pasado causó 426 muertos, según un balance revisado a la baja por las autoridades debido a duplicados en los recuentos.
Un anterior balance daba cuenta de 430 fallecidos y la confusión se atribuyó al hecho de que diferentes distritos contabilizaron los decesos por separado. Una veintena de personas siguen desaparecidas.
Las autoridades duplicaron la cifra oficial de desplazados, que ahora es de 40.000, y hablan de 7.202 heridos, un número mucho mayor en comparación con el balance anterior que era de 1.495.
El tsunami se produjo repentinamente el sábado en el estrecho de la Sonda, que separa las islas de Sumatra y de Java, devastando su litoral.
Según los expertos, la tragedia siguió a una erupción moderada del Anak Krakatoa, «hijo» del legendario volcán Krakatoa, que provocó un hundimiento submarino de una parte del volcán y el desplazamiento de masas de agua.
Indonesia aumentó el jueves el nivel de alerta para el volcán, cuya actividad podría engendrar una nueva ola mortal.
Cerca de 1.300 viviendas han sido destruidas por el tsunami.
Es la tercera catástrofe en el archipiélago en los últimos seis meses, tras una serie de sismos en la isla de Lombok en julio y agosto, y de un tsunami en Palu, en la isla de Célebes, que causó 2.200 muertos y miles de desaparecidos en septiembre.
Indonesia se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde coinciden placas tectónicas y se produce una gran parte de las erupciones volcánicas y sismos del planeta. Cuenta con 127 volcanes activos.
Fuente: Agencia Francesa de Prensa (AFP)