En Bolivia hubo fraude electoral, afirmó un nuevo estudio que confirma las conclusiones de la OEA sobre los comicios del año pasado, y desestima los cuestionamientos de dos investigadores estadounidenses divulgados hace dos meses por el diario The Washington Post.
La misión electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) concluyó que hubo «manipulación dolosa» e «irregularidades graves» en los comicios del 20 de octubre de 2019 en Bolivia, y señaló la imposibilidad de validar los resultados, lo cual provocó la renuncia del reelecto presidente Evo Morales en medio de una convulsión social.
«Las conclusiones de la OEA sobre la integridad electoral de las elecciones bolivianas son correctas», dijo John Newman, un economista exrepresentante del Banco Mundial en Bolivia y actual consultor en Estados Unidos, en un estudio difundido el viernes en Twitter por la misión permanente del país sudamericano ante la OEA.
La auditoría de la OEA desencadenó la dimisión de Morales tras casi 14 años en el poder, luego de que los jefes policiales y militares le retiraran el apoyo, así como su refugio primero en México y luego en Argentina.
Nuevas elecciones fueron programadas inicialmente para el 3 de mayo por el gobierno transitorio encabezado por Jeanine Áñez, pero se postergaron en marzo por la pandemia de la COVID-19.
Ahora, el Congreso, en el que el partido de Morales ostenta cómoda mayoría, aprobó esta semana la realización de los comicios en un plazo de 90 días, pero Áñez se negó a promulgar la norma en virtud de la crisis sanitaria.
Newman dijo que ratificó las conclusiones de la OEA tras contrastar el informe de la misión de observación y el posterior análisis del estadístico Irfan Nooruddin, comisionado por la OEA para revisar los resultados de las elecciones, con la investigación de los académicos John Curiel y Jack Williams, que aseguraron que su pesquisa «no encontró razón para sospechar fraude».
«Basado en una revisión de los tres documentos y un nuevo análisis de datos de todas las mesas que reportaron votos, de los distritos electorales (recintos), localidades y municipios, este documento muestra que el análisis de Curiel y Williams es defectuoso y sus conclusiones no tienen justificación. Nooruddin y la OEA estaban en lo correcto al cuestionar la integridad de las elecciones presidenciales bolivianas del 20 de octubre de 2019», señaló Newman.
– Fallas –
La pesquisa de Curiel y Williams había sido solicitada por el Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), un grupo de estudios progresista con sede en Washington, y sus resultados se difundieron el 27 de febrero en Monkey Cage, un blog sobre investigaciones de ciencia política publicado por The Washington Post.
«No podemos encontrar resultados que nos lleven a la misma conclusión que la OEA. Creemos que es muy probable que Morales haya obtenido el margen de 10 puntos porcentuales requerido para ganar en la primera vuelta», indicaron Curiel y Williams.
Pero Newman señaló fallas en el análisis de Curiel y Williams.
«Las cifras de Nooruddin demuestran que el cambio en los márgenes de votación de Morales antes y después de la suspensión del registro de votos es considerablemente mayor que lo sugerido por las cifras de Williams y Curiel», señaló el experto.
La oposición boliviana había denunciado «fraude» desde el día siguiente de los comicios, cuando hubo un cambio «drástico» e «inexplicable» en la tendencia del conteo tras una parálisis de 20 horas del sistema de cómputo rápido.
El recuento final le dio al izquierdista Morales la reelección en primera vuelta con el 47,08% de los votos, al tener más de 10 puntos por delante del expresidente centrista Carlos Mesa (36,51%).
La OEA denunció alteraciones de las actas y falsificación de las firmas de los jurados de mesa. Además, dijo que al procesarse los resultados se redireccionó el flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por el Tribunal Superior Electoral (TSE), haciendo posible la suplantación de actas.
También señaló la falta de resguardo de las actas y la pérdida de material sensible.
Morales denunció haber sido víctima de un «golpe de Estado».
Fuente: Agencia Francesa de Prensa