(AFP).-El ex primer ministro escocés Alex Salmond, destacado defensor de la independencia caído en desgracia, se sentó el lunes en el banquillo de los acusados en el inicio de un juicio por presuntas agresiones sexuales a diez mujeres, incluidos dos intentos de violación.
Jefe del gobierno autónomo escocés de 2007 a 2014, Salmond, de 65 años, llegó a la Alta Corte de Edimburgo con aspecto tranquilo y sin hacer declaraciones, vestido con un abrigo oscuro, para la apertura de un juicio que debe durar unas cuatro semanas.
El exlíder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) se declaró inocente en una audiencia preliminar en noviembre y juró defenderse «vigorosamente».
Tras la elección de los miembros del jurado –9 mujeres y 6 hombres–, el proceso comenzó justo antes del mediodía con la lectura de los cargos. Después, debía declarar el primer testigo.
Según las normas judiciales, las víctimas no pueden ser identificadas por los medios de comunicación.
Salmond, que llevó a Escocia hasta un referéndum de independencia que perdió en 2014, se enfrenta a 14 cargos por intento de violación, agresión sexual y atentado al pudor presuntamente cometidos entre junio de 2008 y noviembre de 2014.
Estos van desde besos forzados hasta tocamientos en los pechos y las nalgas, pasando por un intento de violación en su residencia oficial, Bute House, durante la campaña para el referéndum de autodeterminación.
Según la acusación, en aquella ocasión Salmond besó a la fuerza a una mujer antes de empujarla contra la pared, arrancarle ropa y desnudarse él mismo, y luego habría tratado de violarla en una cama.
Algo casi idéntico había tenido lugar en el mismo sitio en diciembre de 2013 con otra mujer, según las denuncias.
– «Amigo y mentor» –
«Soy inocente de cualquier crimen o delito de cualquier tipo», dijo Salmond en un tribunal escocés después de su acusación en enero de 2019. Había sido detenido y puesto en liberado bajo fianza.
«Me defenderé hasta el final ante los tribunales», añadió el expolítico, que también fue diputado del Parlamento británico en Londres.
Unos meses antes de que se formularan los cargos en su contra, este hombre de rostro redondo y aspecto bonachón había abandonado el SNP, que gobierna en Escocia, en agosto de 2018 para no perjudicar a un grupo del que había sido miembro durante mucho tiempo.
La actual primera ministra, Nicola Sturgeon, que le sucedió al frente del gobierno escocés y en las riendas del SNP, expresó su «enorme tristeza» por la partida de su «amigo y mentor de tres décadas».
Pero Sturgeon, que protagoniza un nuevo empuje en el proceso soberanista aprovechando el rechazo generalizado al Brexit en Escocia, dejó claro que las denuncias en su contra no se pueden «ocultar bajo la alfombra».
Tras una investigación interna, fue el propio gobierno escocés el que informó de los cargos a la policía.
Salmond, exfuncionario y economista del Bank Scotland, se hizo cargo en 1990 del SNP, un grupo muy heterogéneo que él ayudó a reorientar.
Tras una derrota electoral, renunció al liderazgo, antes de volver al cargo cuatro años después.
Para 2011, bajo su dirección, el partido había ganado la mayoría absoluta en el Parlamento autónomo escocés, dándole la esperanza de que la independencia escocesa estaba al alcance de la mano.
El voto del no finalmente prevaleció en el referéndum de septiembre de 2014, lo que le llevó a dimitir como primer ministro unas semanas más tarde.
Ahora Salmond presenta un controvertido programa de entrevistas en el canal de televisión RT (anteriormente Russia Today) financiado por el Estado ruso.