Francia lanzó este miércoles un concurso internacional para reconstruir la aguja de Notre Dame, como parte de un ambicioso proyecto para renovar la emblemática catedral de París arrasada por un incendio, que ya ha recaudado más de 800 millones de euros en donaciones.
El fuego, que los investigadores creen fue de origen accidental, devoró el techo y derribó su aguja de 93 metros, pero la estructura del edificio, que fue construido hace más de 800 años, se mantuvo en pie gracias a la labor de los bomberos.
Decidido a reconstruir rápidamente este templo, símbolo de la historia de Francia, el presidente Emmanuel Macron, fijó en cinco años el plazo de la reconstrucción, pese a que algunos expertos estiman que esta titánica faena tomaría décadas.
«Es un desafío inmenso, una responsabilidad histórica, la obra de nuestra generación y para las generaciones futuras», declaró el miércoles su primer ministro, Edouard Philippe, tras una reunión de gabinete dedicada a los desafíos de la reconstrucción del que hasta el lunes era el monumento más visitado de Europa, con 12 millones de turistas al año.
En cuanto a la flecha colapsada, Philippe anunció un concurso internacional de arquitectos para reconstruirla. «El concurso permitirá saber si hay que construir una nueva aguja idéntica, o si hay que dotar a la catedral de una nueva flecha, adaptada a las técnicas y desafíos de nuestra época», detalló.
La restauración de la catedral gótica, que costará varios cientos de millones de euros, ya cuenta con el apoyo de algunas de las firmas y familias más ricas del país, como Total o L’Oréal.
Hasta ahora, se han recaudado más de 800 millones de euros en donaciones, lo que ha despertado críticas entre responsables políticos y sindicales, de que se encuentre esa suma con tal rapidez para salvar un monumento, cuando hay otras prioridades.
Una exlíder de los «chalecos amarillos», un colectivo que protesta desde hace cinco meses contra la política fiscal y social del gobierno, que consideran injusta, criticó la «inercia» de los grandes grupos franceses frente a la «miseria social», mientras que una representante de la izquierda radical, Manon Aubry, llamaba a estos grandes grupos a «primero pagar sus impuestos».
El miércoles, a las 16H50 GMT, hora exacta en la que comenzó el incendio el lunes, todas las campanas de las catedrales de Francia repicarán en un gesto de solidaridad con la diócesis de París.
Las imágenes de Notre Dame, uno de los íconos arquitectónicos más importantes de Francia, siendo consumida por las llamas horrorizó al mundo.
La emoción seguía latente el miércoles entre parisinos y turistas, que se acercaban para ver con sus propios ojos el estado de la catedral, situada en el corazón de París, a orillas del Sena, y depositaban rosas para rendirle tributo.
Algunos lloraban al ver los daños que sufrió el monumento, que forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1991. Una puerta abierta de par en par dejaba entrever un montón de escombros ennegrecidos y algunas vigas de la armadura caídas.
El incendio se prolongó durante más de 12 horas, pero los cimientos del edificio resistieron. Su suerte se jugó en «un cuarto de hora, o apenas media hora», hasta que los centenares de bomberos movilizados consiguieron dominar las llamas, según el secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez.
Varios de los tesoros de la catedral pudieron ser salvados como la Santa Corona de espinas, que la tradición considera que llevaba Jesucristo durante su crucifixión, y la túnica de San Luis. El gran órgano de Notre Dame, también se salvó de las llamas, aunque podría haber sufrido algunos daños.
El papa Francisco expresó su agradecimiento a los bomberos. «La gratitud de toda la Iglesia va hacia quienes hicieron todo lo que pudieron, incluso arriesgando sus vidas, para salvar» la catedral, afirmó.
Monseñor Patrick Chauvet, vicario general del arzobispo de París, también les dio las gracias por proteger «estos tesoros inestimables.
«Los policías evacuaban cruces, los bomberos pinturas», señaló una fuente de la alcaldía de París.
El ministerio de Cultura francés informó que el gallo de cobre que estaba situado en lo más alto de la aguja fue hallado entre los escombros.
Notre Dame acompañó la historia de París desde la Edad Media. Bajo sus bóvedas fue coronado emperador Napoleón en 1804 y sus campanas anunciaron en 1944 la liberación del yugo de los nazis.
Fuente: AFP.com