Los presidentes de China y Estados Unidos se habían reunido hace apenas unos días pero Xi Jinping aprovechó una conversación telefónica con Donald Trump para exhortar a una resolución «pacífica» al problema de Corea del Norte y su programa nuclear.
No se ha confirmado quien inició la llamada de este miércoles -un detalle de importancia en el ámbito diplomático- pero lo crucial es que la misma se hizo en un momento de seria tensión en la península coreana.
El domingo, Armada de EE.UU. envió a la zona el Grupo de Ataque Carl Vinson, conformado por un portaviones y varios barcos de guerra.
Un día más tarde el gobierno norcoreano reaccionó airadamente asegurando que se defendería «poderosamente con la fuerza de armas»
Y el martes, Trump reiteró por Twitter su disposición de actuar unilateralmente contra Corea del Norte si China no colabora.
- Estados Unidos despliega un grupo de barcos de guerra hacia la península de Corea
- «Nos defenderemos con la poderosa fuerza de las armas»: la advertencia de Corea del Norte luego del envío de portaviones de EE.UU.
«La situación es muy seria para China», le dijo a BBC Mundo Jinxi Cao, editor del Servicio Chino de la BBC.
Como vecino y uno de los únicos aliados de Pyongyang, «China no quiere desestabilizar a Corea del Norte», explicó Cao.
«Pero, desde la reunión que Xi Jinping sostuvo con Donald Trump en Florida, Pekín está más decidido a aplicar presión al gobierno norcoreano«, reconoció el editor del servicio chino.
¿Cambio de táctica?
Con anterioridad, China siempre ha tendido a titubear frente a las sanciones contra Corea del Norte y mostrado flexibilidad con su vecino
Por ejemplo, cuando Pekín anunció el veto a las importaciones de carbón norcoreano, tras una resolución de la ONU tras las continuas pruebas balísticas y nucleares de Pyongyang, los envíos de carbón no cesaron.
«Hasta ayer», subrayó Cao. «Dos fuentes han confirmado que embarcaciones con carbón norcoreano no fueron permitidas en los puertos chinos y devueltas a su país de origen», informó.
Esa medida envía «el mensaje a Corea del Norte que esta vez es en serio«, dijo Jinxin, para posiblemente lograr alguna cooperación de los norcoreanos.
En su conversación telefónica con Trump, Xi declaró que Pekín está «comprometido con los objetivos de desnuclearización de la península, asegurar la paz y estabilidad de la península, y abogar por la resolución de problemas a través de medios pacíficos», informó la televisión estatal china CCTV.
Los editoriales del miércoles publicados por un medio oficial de China llamaron a Corea del Norte a «aplicar los frenos en aras de la paz», señalando que EE.UU. «no tiene planes de coexistir con un Pyongyang armado nuclearmente».
Sin embargo, añadieron que «Pyongyang puede continuar con su postura firme pero, por su propia seguridad, debería por lo menos frenar sus provocativas actividades nucleares y balísticas. Pyongyang debería evitar cometer errores en este momento».
«Buscando líos»
La llamada se dio horas después de que Donald Trump tuiteara sobre su reunión el fin de semana con Xi.
«Le expliqué al presidente de China que les iría mucho mejor en un acuerdo comercial con EE.UU. si resuelven el problema de Corea del Norte!», escribió.
«Corea del Norte está buscando líos. Si China decide ayudar, sería fantástico. Si no, nosotros resolveremos el problema sin ellos! EE.UU.»
En una entrevista con el canal Fox, Trump también manifestó: «Estamos enviando una armada. Muy poderosa… Tenemos submarinos. Muy poderosos. Mucho más poderosos que el portaviones».
A comienzos de la semana, el Grupo de Ataque Carl Vinson, que incluye un portaviones y otros buques de guerra, fue desviado de Singapur hacia el Pacífico Occidental, donde condujo ejercicios con la marina surcoreana.
Corea del Norte respondió enardecido, diciendo que el despliegue naval de EE.UU. comprobaba el derecho de Pyongyang de desarrollar armas nucleares en defensa propia o en caso de un ataque preventivo.
Complicada relación
Corea del Norte ha aumentado la frecuencia de sus pruebas nucleares a pesar del veto de la ONU.
A comienzos de año, aseveró que estaba cerca de probar un misil balístico intercontinental con una ojiva nuclear, que podría alcanzar territorio estadounidense, aunque los expertos dudan que tenga esa capacidad.
No obstante, tanto la actitud volátil de Corea del Norte como las declaraciones de Trump y los despliegues navales de EE.UU. y sus aliados asiáticos, dejan a China en una difícil situación.
Pekín no ve con beneplácito las pruebas nucleares de su vecino. «China no quiere tener al lado a una potencia nuclear», comentó Jixin Cao del Servicio Chino de la BBC.
«Además el centro de pruebas queda muy cerca de la frontera y muy cerca de Pekín. Las pruebas nucleares pueden causar temblores y despiden radiación que puede contaminar el medio ambiente en China».
Pero al mismo tiempo, China no estaría muy cómoda con la presencia activa de fuerzas armadas estadounidenses, añadió Jixin Cao.
Ni tampoco quiere ver a las coreas unificadas en caso de un colapso del gobierno en Pyongyang pues sería un estado poderoso y probablemente aliado con Occidente.
Es una complicada relación en la que Pekín juega a protector y fustigador de Corea del Norte, que se hace más compleja con la imprevisibilidad de su líder Kim Jong-un.
«China siente que no puede influir en él», indicó Jixin Cao. «Por eso está tomando la presión de las sanciones más en serio».
Referencia: BBC Mundo