Diez aeródromos en los que rezarás para que no te toque hacer una larga espera en tránsito.
Los aeropuertos son las catedrales de la modernidad. Todas las ciudades se pirran por tener uno más grande y más alto que el del vecino y los arquitectos de prestigio sueñan con pasar a la posteridad construyéndolos. Pero no siempre se acuerdan de hacerlos confortables para quienes tienen que sufrirlos.
The guide to sleeping in airports es una curiosa web cuyos usuarios mandan informes sobre la calidad de aeropuertos de todo el mundo. Empezó siendo una página de mochileros y viajeros con poco presupuesto que se pasaban información sobre cómo dormir gratis en las terminales para ahorrarse una noche de hotel. Y ha terminado por convertirse en la más completa e hilarante despensa de información sobre esos lugares donde los viajeros pasamos al final más tiempo del que quisiéramos.
Para hacer esta lista con los peores aeropuertos del mundo de 2016 los chicos de The guide to sleeping in airports tuvieron en cuenta asuntos como el confort de las instalaciones, la existencia de zonas de descanso y asientos suficientes, la restauración, la gentileza y prestancia del personal de inmigración y de seguridad, la atención al cliente o la limpieza de los baños. Y el resultado es este: 10 aeródromos por los que querrás no pasar nunca.
1. Aeropuerto Internacional Rey Abdulaziz, Jeddah (Arabia Saudí)
Salvando el hecho de que cuenta con WiFi gratis, el resto de aspectos negativos de este aeropuerto le hacen merecedor de este indeseable primer puesto. Apenas cuenta con zonas de descanso ni restaurantes, la higiene del complejo deja mucho que desear en general y sus oficiales de inmigración son usualmente descritos como arrogantes y maleducados. Un mal sitio para tener que hacer una larga escala.
2. Aeropuerto Internacional de Jubba (Sudán del Sur)
Un estado prácticamente nuevo, nacido tras una cruenta y larguísima guerra civil, tiene otras preocupaciones más allá de las comodidades de su aeropuerto. Pero lo cierto es que la terminal de Jubba se asemeja más a una sauna con escasos servicios -donde los lavabos suelen estar rotos la mayor parte del tiempo- que a una terminal internacional. Por desgracia, y visto el panorama actual, a Sudán del Sur le queda bastante para conseguir infraestructuras mejor dotadas.
3. Aeropuerto Internacional de Port Harcourt (Nigeria)
Suele ser siempre uno de los aeródromos peor valorados en todas las listas. No en vano, al año pasado ocupaba la primera posición de este ranquin de Sleeping in airport. Los pasajeros se amontonan ante los mostradores en colas interminables mientras tratan de espantar a los innumerables mosquitos que pululan por la sala. Sanitarios con escasa limpieza, recogida de equipaje sin cinta y las acusaciones de prácticas cercanas a la corrupción en sus oficiales convierten a este lugar en uno de los más indeseables destinos de viaje.
4. Aeropuerto Internacional de Tashkent (Uzbekistán)
El aeropuerto de la capital uzbeka hace méritos para colocarse cada año más alto en este listado de dudoso prestigio. De hecho, está considerado el peor aeropuerto de Asia. Las quejas de los usuarios se centran principalmente en la cantidad de controles de seguridad que minan la paciencia del más santo y hacen imposible el avance hasta las puertas de embarque.
5. Aeropuerto Nacional de Santorini – Thira (Grecia)
Vaya por delante que gran parte de culpa de la mala puntuación del aeropuerto de Santorini la tiene la masificación de turistas que llegan como hordas a la isla. Dicho esto, no ayuda que las instalaciones sean ridículamente pequeñas y que la gente deba de esperar para facturar haciendo cola bajo el sol. Tampoco dentro mejora mucho la situación, pues las salas de espera no cuentan con aire acondicionado. En agosto, mejor armarse de paciencia e ir muy concienciado de que tocará esperar, sí o sí.
6. Aeropuerto Internacional de La Canea (Grecia)
Otro aeropuerto griego con escasos servicios y sin aire acondicionado. En temporada alta es habitual ver a gente sentada en el suelo porque no cuenta con sillas ni lugares de descanso suficientes para atender la demanda. Y por si fuera poco, el nivel de precio de la comida es desorbitado, aún más si cabe que la media de los aeropuertos europeos. Consejo práctico si te toca volar allí en verano: lleva comida de casa y bajo ningún concepto olvides el abanico.
7. Aeropuerto Internacional de Heraklión Nikos Kazantzakis (Grecia)
Y como no hay dos sin tres, la séptima posición la ocupa otro aeropuerto griego. Además, muy cercano al de La Canea: los separan 140 kilómetros. Precios estratosféricos, asientos incómodos en las salas de espera, personal de servicio poco amable y falta de higiene en los servicios convierten a este aeropuerto en un lugar de pesadilla. Lástima que sea la puerta de entrada de un destino tan bonito como Creta.
8. Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar (Venezuela)
No corren buenos tiempos para los viajeros que prentenden llegar a Venezuela. A la cancelación de rutas que anunciaron varias compañías se suma el mejorable servicio de su principal aeropuerto. Los usuarios habituales recomiendan prever como poco cinco horas para hacer una escala debido al mal funcionamiento de los servicios logísticos que gestionan equipajes y conexiones. La seguridad es otro de los aspectos señalados negativamente; se recomienda estar muy pendiente del equipaje en todo momento y embalar las maletas para evitar aperturas indeseadas.
9. Aeropuerto de Londres-Luton (Inglaterra)
Luton es el claro ejemplo del modelo low-cost de la aviación moderna. Sin duda es uno de los escenarios más competitivos para llegar a la capital inglesa porque a él vuelan las compañías de bajo coste con precios más competitivos. Pero lo que ahorras por un lado, terminas pagándolo con creces por otro: exceso de equipaje, dropp-offs a pista, incluso las bolsas de plástico necesarias para los líquidos de menos de 100 ml tienen un precio. Un aeropuerto de Pinypon que necesita urgentemente una reforma que lo adecue al nivel de pasajeros que recibe cada año.
10. Aeropuerto Internacional de Katmandú (Nepal)
Si alguien quiere conocer cómo es el aeropuerto de Katmandú puede verlo bien representado en la película Everest. Basada en 1996, probablemente el equipo de producción de la película no tuvo que mover nada de sitio para reproducir tal cual era el aeropuerto hace dos décadas. La zona de vuelos internacionales no está mal del todo; sin embargo, la de vuelos nacionales, más que una terminal parece una estación de autobuses de pueblo destartalada.
Referencia: El País