La policía antiterrorista británica investigaba este martes el ataque múltiple con cuchillo de la noche de fin de año en Mánchester como un posible ataque «terrorista», indicaron las fuerzas de seguridad de esta ciudad del noroeste de Inglaterra.
«Lo tratamos como una investigación terrorista llevada a cabo por la policía antiterrorista con el apoyo de la policía de Mánchester», declaró durante una rueda de prensa el responsable de la policía local, Ian Hopkins.
«Nuestro trabajo continúa para comprender exactamente lo que sucedió», añadió.
El presunto autor, que fue neutralizado y arrestado por sospechas de intento de asesinato, seguía detenido este martes y la policía inspeccionó un piso en el barrio de Cheetham Hill donde había vivido recientemente.
Un hombre y una mujer de unos 50 años resultaron heridos de gravedad y seguían hospitalizados el martes, pero su vida no corría peligro, según la policía. Un agente de policía que recibió una puñalada en el hombro pudo salir del hospital.
Los hechos se produjeron alrededor de las 20H50 (locales y GMT), cuando mucha gente en la ciudad disfrutaba de las celebraciones de fin de año.
El ataque, que de momento no ha sido reivindicado, se produjo cerca de la estación ferroviaria de Victoria, que estuvo cerrada durante horas.
Esta se encuentra al lado del Mánchester Arena, donde tuvo lugar un atentado suicida el 22 de mayo de 2017 al final de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande en el que murieron 22 personas.
Según Sam Clack, un productor de radio de la BBC de 38 años que presenció los hechos, el sospechoso gritó «Alá» antes y durante el ataque.
«Mientras sigan bombardeando otros países estas mierdas seguirán pasando», dijo el presunto atacante, según el mismo testigo.
«Oí un grito que helaba la sangre y miré al andén. Vino hacia mí. Miré hacia abajo y vi que tenía un cuchillo de cocina con un mango negro y un filo de 12 pulgadas [30 centímetros]». «Sentí miedo, puro miedo», explicó Clack.
Otra testigo identificada como Rebekka contó al periódico Daily Mirror: «Oí el grito más escalofriante que escuché jamás y al girarme vi a todo el mundo corriendo hacia mí».
«Empecé a correr por las vías del tren y me escondí tras unos bloques de concreto», añadió. «Estaba realmente asustada, no sabía si iba a morir».
«La prensa informó ampliamente sobre lo que dijo el asaltante durante el incidente y por este motivo lo tratamos como una investigación terrorista. No obstante, es muy importante subrayar que mantenemos la mente abierta sobre el móvil de este ataque», comentó otro responsable de la policía de Mánchester, Russ Jackson.
«Nada nos hace pensar en estos momentos que otras personas estuvieran implicadas», afirmó Jackson. «Estamos valorando todas las posibilidades», reconoció el responsable de la policía local, quien precisó que la «salud mental» del agresor estaba siendo examinada.
La primera ministra británica, Theresa May, mostró en Twitter su apoyo a las víctimas: «Mis pensamientos a aquellos que resultaron heridos la pasada noche en este supuesto atentado terrorista en Mánchester. Doy las gracias a los servicios de urgencia por su valiente reacción».
A pesar del incidente, los festejos de Año Nuevo se celebraron en Albert Square, con el espectáculo de fuegos artificiales que estaba previsto, aunque se aumentaron las medidas de seguridad.
Mánchester fue escenario de un ataque suicida en mayo de 2017, cuando 22 personas murieron y 139 resultaron heridas en un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande en el Mánchester Arena.
El atacante, Salman Abedi, de 22 años, había nacido y crecido en Mánchester.
Fuente:Afp.com