En algunas partes del país, especialmente en California, los automovilistas están pagando mucho más que eso. El precio promedio nacional ha subido 19 centavos en la última semana, y ha aumentado 1,93 dólares con respecto a esta misma época el año pasado. El alto costo está pasando factura a quienes necesitan sus vehículos para ganarse la vida.
La situación era bastante mala para el taxista Joseph Pierre cuando le costaba 25 dólares para llenar su tanque. Ahora paga 40 ó 45 dólares. “Estoy perdiendo dinero porque a algunos pasajeros que recojo no les importa eso, no te dan propina”, señaló Pierre el sábado mientras cargaba combustible en una gasolinera de la cadena BP en Brooklyn.
Katisha Thompson, que pagó 79 dólares por 13 galones de gasolina premium en la misma estación, dijo que el precio se está “volviendo excesivo”. “Es mucho, especialmente cuando estás tratando de alimentar a una familia”, afirmó. “Y no es sólo gasolina. Son comestibles, todo está subiendo”.
La población estadounidense sigue quemando menos gasolina que antes de la pandemia y muchas personas continúan trabajando desde casa en lugar de trasladarse a un lugar de trabajo.
Pero empiezan a surgir señales de que el alza de los precios también está afectando los hábitos de los conductores. La cantidad de combustible consumido la semana pasada fue 3% menor que la semana anterior y 6% por debajo con respecto a esta época del año pasado, según cifras preliminares del Servicio de Información de Precios del Petróleo.
El alza de los precios de la gasolina tiene varias causas. Los estadounidenses suelen conducir más alrededor del feriado del Día de los Caídos en Guerras, por lo que la demanda aumenta. Adicionalmente, el precio mundial del petróleo está subiendo, lo que se combina con las sanciones que Occidente ha impuesto a Rusia —uno de los principales productores de crudo— por su invasión a Ucrania.
Además, la capacidad de refinación en Estados Unidos está limitada ante al cierre de algunas refinerías durante la pandemia. Con todo esto, el costo de llenar el tanque es demasiado alto para los estadounidenses, que enfrentan el mayor índice de inflación de los últimos 40 años.
California está pagando el precio promedio más alto, 6,43 dólares por galón, según AAA, lo que equivale a 1,69 dólares por litro. La gasolina menos cara se está pagando en Mississippi, con un promedio de 4,52 dólares por galón. Aunque es la primera vez que se supera la barrera de los cinco dólares, sigue sin ser un precio récord si se tiene en cuenta la inflación. La gasolina llegó a 4,11 dólares por galón en julio de 2008, lo que en la actualidad equivaldría a unos 5,40 dólares.
Fuente: Listín Diario