El primer ministro designado Mohamed Allaui pronuncia un discurso televisado el 19 de febrero de 2020.-

El primer ministro designado en Irak, Mohamed Alaui, renunció este domingo a formar gobierno, sumiendo a un país en crisis en una gran incertidumbre, cuando cayeron nuevos cohetes cerca de la embajada estadounidense en Bagdad.

Tras la renuncia de Alaui, el presidente de la República, Barham Saleh, dispone de 15 días para proponer un candidato para formar el futuro ejecutivo. Lo elegirá solo, porque esta vez la Constitución no le obliga a consultar a los grandes bloques parlamentarios.

Cuando Adel Abdel Mahdi dimitió en diciembre Irak cayó en una incertidumbre legal. La Constitución no prevé la opción de renuncia del primer ministro y esto nunca había ocurrido.

– ¿Quién le sucederá? –

El fracaso en obtener la confianza del Parlamento del candidato designado por consenso entre los partidos tampoco tiene precedentes. No logró quórum en dos ocasiones.

Por consiguiente se desconoce qué procedimiento se aplicará y cuándo. Por ahora los diputados han encontrado la forma de esquivar los plazos constitucionales.

El domingo, por tercera vez en una semana, postergaron el plazo para el voto de confianza de un gobierno que supuestamente iba a renovar un sistema político considerado corrupto e incompetente por miles de iraquíes que se manifiestan desde hace cinco meses.

Solo 108 diputados de 329 acudieron a la sesión extraordinaria convocada durante el periodo de receso por vacaciones en la Asamblea, situada en la Zona Verde de Bagdad.

Alaui, dos veces ministro en los últimos años, no contaba con el visto bueno de los manifestantes pese a haber prometido un gabinete «histórico» e independiente.

Muchos manifestantes reclaman que uno de los suyos, Alaa al Rikaby, un farmacéutico de unos 40 años que vive en Nasiriya (sur), se convierta en primer ministro.

Abdel Mahdi ya advirtió que dejará el cargo el lunes pase lo que pase. No sería, repitió el domingo, «ni justo ni adecuado» permanecer en el puesto más allá de la fecha límite del 2 de marzo.

Minutos después de que Alaui anunciara en un discurso televisado que renunciaba a formar gobierno, Saleh dijo que estaba «trabajando en la elección de un candidato de sustitución». Según fuentes políticas, ya ha tomado una decisión hace semanas: lo más probable es que quiera nombrar al jefe de los servicios de inteligencia Mustafa al Kazimi.

– Ministerios «en venta» –

Alaui denunció en una carta dirigida a Saleh que las «partes solo negocian por sus propios intereses sin ningún respeto por la causa nacional», en el decimosexto país más corrupto del mundo, donde los políticos confiesan «comprar» y «vender» puestos y ministerios.

El turbulento líder chiíta Moqtada Sadr, que nunca ha dejado de dar una cal y otra de arena tanto a otros políticos como a los manifestantes, elogió una decisión tomada «por amor a Irak» y denunció a «los corruptos» que toman al país como «rehén».

El sucesor de Alaui tendrá por delante la difícil tarea de conectar con una población enfurecida, después de cinco meses de una revuelta que se ha saldado con casi 550 muertos y 30.000 heridos, casi todos manifestantes, uno de los cuales resultó muerto el domingo, según fuentes médicas.

También tendrá que lidiar con una bipolaridad exacerbada, entre los partidarios de Irán, mayoritarios, y los simpatizantes de Estados Unidos, los dos grandes aliados de Bagdad, cuya crisis ya ha degenerado en bombardeos mortíferos en territorio iraquí.

El domingo por la noche, dos cohetes cayeron sobre la Zona Verde de Bagdad, informó el ejército iraquí. Cayeron cerca de la embajada de Estados Unidos, precisó una fuente de seguridad a la AFP.

Desde finales de octubre, 20 ataques con cohetes contra soldados, diplomáticos o instalaciones estadounidenses en Irak han matado a un subcontratista estadounidense y a un soldado iraquí. Ninguno ha sido reivindicado, pero Washington acusa a las facciones armadas proiraníes.