El presidente del parlamento israelí, un aliado cercano del primer ministro Benjamin Netanyahu, renunció este miércoles, abriendo el camino a una votación que podría verlo reemplazado por un rival del jefe de gobierno.
Yuli Edelstein, miembro del partido Likud de Netanyahu, se había negado a organizar esa votación hasta que hubiese un nuevo gobierno, desoyendo una exigencia del Tribunal Constitucional del país, pero este miércoles, cuando vencía el plazo, decidió finalmente dar un paso al costado.
«Renuncio a mi cargo como presidente de la Knesset», dijo Edelstein.
Un miembro del partido centrista Azul y Blanco de Benny Gantz podría asumir ese cargo en los próximos días.
Tras las legislativas del 2 de marzo, Gantz fue encargado de formar un gobierno gracias al apoyo de 62 diputados, frente a 58 para el primer ministro saliente.
Pero, con un paisaje político dividido, no es seguro que logre formar una coalición estable.
Desde hace un año y tres elecciones después, Israel sigue con un gobierno interino. A la parálisis política, se añade ahora la crisis sanitaria que plantea el nuevo coronavirus.
Netanyahu ha reclamado incesantemente la formación de un gobierno de unión en el que él y Gantz se irían alternando en el poder.
Pero Gantz no quiere que el gobierno tenga al frente a alguien inculpado por la justicia, como es el caso de Netanyahu, investigado por corrupción en tres casos distintos.