Los rescatistas de Tailandia confirmaron que los 12 niños y su entrenador que habían quedado atrapados en una cueva al norte del país ya están fuera, en una extraordinaria y difícil operación de rescate.
Los cuatro niños y el entrenador que aún permanecían en la gruta fueron liberados este martes, después de que los ocho primeros menores fueran rescatados entre el domingo y el lunes.
«No sabemos si esto es un milagro, ciencia o qué. Los 13 Jabalíes Salvajes están ahora fuera de la cueva», tuitearon los marines, en referencia al nombre del equipo de fútbol.
La tercera fase fue la más demandante del operativo, ya que los rescatistas tuvieron que sacar a cinco personas en lugar de a cuatro, como se hizo el domingo y el lunes.
Para que la operación esté completa deben salir de la cueva otros cuatro buzos que estuvieron con el grupo la última semana, entre los que se incluye un médico.
«Esperando a nuestros cuatro buzos», publicó la Marina tailandesa en Facebook.
Narongsak Osotthanakorn, el líder de la misión de rescate, ya había anunciado que el operativo de este martes sería más rápido que el de los dos primeros días.
La experiencia del primer día del rescate ayudó a acelerar las cosas el segundo día, dijo Narongsak. Se tardó 11 horas en sacar a los cuatro primeros niños el domingo, pero solo nueve para sacar a los segundos cuatro el lunes.
Los niveles de agua dentro de la cueva no aumentaron desde el inicio de la evacuación.
«Extrañamos nuestra casa»
Los niños rescatados se encuentran en observación en un hospital.
De ellos, los cuatro que salieron de la cueva el domingo recibieron la visita de sus familias en el hospital, según informaron funcionarios de Salud tailandeses.
La doctora Jesada Chokedamrongsuk explicó que los padres solo pudieron saludar a los cuatro niños rescatados el domingo a través del cristal debido al riesgo de infección. Pero agregó que pronto podrían recibir visitas cara a cara.
«Extrañamos nuestra casa» y «estamos felices», fueron algunas de las primeras cosas que los niños rescatados dijeron en el hospital, contaron los funcionarios.
Los niños rescatados están en «bien de salud» y «bien mentalmente«, explicaron los doctores.
Muestran algunos signos de infección pero están siendo tratados adecuadamente, y permanecerán bajo observación durante una semana.
Se esperan más resultados en pocos días y si no hay signos de infección, las familias podrán verlos cara a cara.
Cooperación internacional
El esfuerzo de búsqueda y rescate fue descrito por el jefe del operativo Narongsak Osottanakorn como un «equipo de Naciones Unidas».
Incluyó personal de Reino Unido, China, Myanmar, Laos, Australia, Estados Unidos, Japón y otros muchos países.
Residentes locales acudieron como voluntarios a las inmediaciones del complejo de cuevas para cocinar para aquellos que trabajaban en el lugar, limpiar la ropa de los buzos y trasladar a quien lo necesitara.
Un equipo internacional de buzos especializados arriesgó su vida para salvar a los niños.
La atmósfera alrededor de la cueva es de alegría ahora, pero muchos recuerdan a Saman Gunan, el buzo que murió durante la misión para llevar suministros a los niños la semana pasada.
Gunan será honrado con un funeral de Estado.
Más de dos semanas atrapados
Los menores, de entre 11 y 16 años, se internaron en la cueva Tham Luang en Chiang Rai, norte de Tailandia, el pasado día 23 de junio, junto a su joven entrenador.
El grupo había quedado varado en un punto alto de la cueva y en un primer momento se barajó la posibilidad de esperar a que bajaran las aguas para que pudieran salir por su propio pie, lo que hubiera supuesto meses.
No obstante, las previsiones de lluvias y la caída del nivel de oxígeno dentro de la cueva forzaron el rescate inminente.
Desde que les encontraron, un equipo nacional e internacional estuvo tratando de drenar todo el agua posible y consiguieron acabar con las inundaciones en algunos tramos de la cueva.
Antes de que empezara la primera misión el domingo, el gobierno regional destacó que las condiciones «eran las mejores» y que los niños estaban preparados para el desafío.
Tailandia y otras partes del mundo siguen muy atentas el desarrollo de los acontecimientos y numerosas personas alrededor del mundo han compartido mensajes de apoyo en internet para el valiente equipo de fútbol y su entrenador.
Fuente: BBC Mundo