Rusia se negó a fijar una «fecha límite» para las negociaciones con Siria y teme que se quiera sabotear la nueva ronda de reuniones en Kazajistán, afirmó este viernes en Roma el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
«No creo en plazos artificiales», aseguró el ministro durante la conferencia MED 2018, que reúne a líderes de Europa y Oriente Medio.
Para el ministro ruso, cualquier intento de presionar al enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, oculta el deseo de sabotear el proceso de paz impulsado por Rusia en Kazajistán.
«Aquellos que insisten en que Staffan imponga una fecha límite, solo quieren una cosa, arruinar las negociaciones y regresar a la lógica del cambio de régimen», comentó Lavrov.
El llamado proceso de Astaná (capital de Kazajistán), auspiciado por Rusia e Irán, aliados del régimen sirio, y Turquía, que apoya a los rebeldes, reúne desde enero de 2017, sin presencia de Estados Unidos, a representantes del gobierno sirio y a una delegación de la oposición.
Estas negociaciones eclipsaron los intentos infructuosos de la ONU para intentar encontrar una solución a la guerra que dejó más de 350.000 muertos desde marzo de 2011.
Interrogado por un participante sobre el motivo del apoyo de Rusia al régimen sirio de Bashar al Asad, tildado de «autoritario» que «masacra» a su propio pueblo, Lavrov respondió que su país no apoya una figura política en particular de Siria y que depende sólo del pueblo sirio cambiar o no el régimen «a través de elecciones».
El ministro defendió igualmente la necesidad de respetar los derechos humanos, pero recordó que también existe el «derecho a la vida», recordando las intervenciones en Irak o Libia que han costado la vida a miles de civiles.
«Pregunten a los libios cómo estaban antes de la intervención occidental en 2011 contra el régimen del coronel Muamar Gadafi», subrayó.
Fuente: Afp.com (Agencia Internacional)