Rusia anunció el sábado que suspendía su participación en el tratado de desarme nuclear INF, en respuesta a la retirada estadounidense, y prometió que desarrollaría nuevos misiles de alcance medio.
Moscú y Washington llevaban tiempo acusándose recíprocamente de violar este acuerdo sobre las fuerzas nucleares de alcance intermedio (INF, Intermediate-Range Nuclear Forces), heredado de la Guerra Fría.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ya anunció el año pasado que su país se retiraría del tratado INF, a menos que Rusia cumpliera con las obligaciones que impone el acuerdo.
«Nuestros socios estadounidenses anunciaron que suspendían su participación en el acuerdo, y nosotros la suspendemos por nuestra parte», afirmó el presidente ruso Vladimir Putin, citado por agencias de prensa rusas.
Por su parte, el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, señaló en Twitter que los fondos que estaban reservados al INF ahora serán destinados «a financiar investigaciones y el desarrollo de nuevas armas».
Para Medvedev, la «retirada unilateral» estadounidense «agrava la situación en términos de seguridad internacional y estabilidad estratégica».
Durante una reunión televisada con sus ministros de Exteriores, Serguéi Lavrov, y de Defensa, Serguéi Shoigu, Putin dijo que Rusia no tomará la iniciativa de reiniciar negociaciones de desarme con Estados Unidos.
«Esperaremos hasta que nuestros socios hayan madurado lo suficiente para llevar a cabo un diálogo consecuente y de igual a igual con nosotros en este importante asunto», dijo el presidente ruso.
Estados Unidos anunció el viernes su retiro del histórico tratado INF sobre las armas nucleares de alcance intermedio, debido a supuestas violaciones de Rusia.
Washington abandonará totalmente este acuerdo «dentro de seis meses» si «Rusia no vuelve total y plenamente, de forma verificable, al tratado» destruyendo los misiles y lanzadoras que supuestamente ha desplegado, y que violan el pacto, declaró el sábado el secretario de Estado, Mike Pompeo.
En diciembre pasado, Estados Unidos había dado a Moscú 60 días para desmantelar misiles que, según Washington, violan el acuerdo INF.
Pero, según Rusia, esos polémicos misiles, los 9M729, sí están permitidos por el tratado. El ministerio ruso de Exteriores aseguró además que «hizo todo para salvar el tratado» en el curso de numerosos contactos diplomáticos.
El tratado INF, negociado por el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan y el líder soviético Mijaíl Gorbachov, prohibió el uso de misiles con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros y puso fin al peligroso desarrollo de cabezas nucleares entre ambos.
El acuerdo resolvió la crisis de los misiles soviéticos SS-20 que apuntaban contra las capitales europeas occidentales y por los que Estados Unidos desplegó misiles Pershing.
Pompeo señaló que su país –que anunció formalmente sus preocupaciones respecto al acuerdo hace dos meses– trató con Rusia más de 30 veces el tema de las presuntas violaciones al tratado.
Pompeo dijo, sin embargo, que Washington estaba «listo» para continuar hablando con Rusia «sobre el tema del desarme».
El propio Trump dijo a la prensa que quisiera «juntar a todo el mundo en una habitación grande y hermosa y hacer un nuevo tratado», pero que, entretanto, Estados Unidos no puede encontrarse «en una situación desventajosa».
Putin había advertido previamente que la retirada de Washington del INF llevará a una nueva carrera armamentista.
En Bruselas, la Alianza del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) emitió una nota oficial en la que respaldó plenamente la decisión estadounidense.
A su vez, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, llamó a las dos partes a que preserven el tratado mediante un «cumplimiento completo».
Por su lado, China, que no forma parte del tratado ni está limitada por sus restricciones, se declaró el sábado «opuesta» a la retirada unilateral de Washington del tratado, e instó a los dos países a un «diálogo constructivo» para evitar «consecuencias negativas».
«China se opone a la retirada de Estados Unidos del tratado, y exhorta a Estados Unidos y Rusia a resolver sus diferendos (…) mediante un diálogo constructivo», indicó Geng Shuang, un portavoz del ministerio chino de Exteriores.
«La retirada unilateral de Estados Unidos podría generar una serie de consecuencias negativas (…)», advirtió el portavoz chino.