El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, pidió el viernes a Rusia abstenerse de intervenir en la crisis de Bielorrusia y «respetar las elecciones democráticas» de los bielorrusos.
«Solo al pueblo bielorruso le incumbe determinar su propio futuro. Si Rusia cree en la independencia y la soberanía de una nación, debe respetar los deseos y elecciones democráticas del pueblo bielorruso», dijo Borrell a la prensa.
«He oído muchas veces de Rusia el mantra de que lo que pasa en Bielorrusia es un asunto interno y que no quería injerencia externa. Supongo que también es válido para ellos», agregó, tras una reunión de los ministros de Exteriores del bloque en Berlín.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, cuyo país juega en papel clave para resolver la crisis, anunció el jueves estar listo para enviar hombres a Bielorrusia si degeneraban las protestas contra la controvertida reelección de Lukashenko del 9 de agosto.
El presidente bielorruso afirmó a mediados de agosto que recibió la promesa de «ayuda» de Moscú para preservar la seguridad de su país.
Este viernes, Lukashenko acusó a los occidentales de querer derrocarlo con el fin de debilitar a Moscú, y dijo que su país era «sólo un trampolín hacia Rusia, como siempre», según la agencia de prensa estatal Belta.
– «¿Lukashenko en la lista?
La reunión de cancilleres en Berlín sirvió para aprobar una lista de una veintena de responsables del régimen bielorruso que serán sometidos a sanciones y prohibición de viajar a la UE, señalados por su participación en las controvertidas elecciones o en la represión contra los opositores.
Borrell indicó a la prensa que la lista aumentará en los próximos días» e incluiría a «altos funcionarios» del régimen.
Sin embargo, no respondió a una consulta sobre si se incluirá o no a Lukashenko, un asunto que divide a los europeos.
«Yo creo que debe de estar en la lista», declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Linas Linkevicius, cuyo país acogió a la opositora Svetlana Tijanóvskaya, quien se enfrentó a Lukashenko en los comicios y reivindica la victoria.
Su homólogo luxemburgués Jean Asselborn, en cambio, llamó a la prudencia, al estimar que incluir a Likashenko podría obstaculizar los esfuerzos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que el 17 de agosto propuso una mediación en Minsk.
El presidente en ejercicio de la OSCE, el primer ministro albanés Edi Rama, denunció en Viena la situación «profundamente alarmante» en Bielorrusia, exhortando al régimen de Lukashenko a aceptar la mediación.
«Podemos jugar un papel y ayudar al diálogo. Por favor, dé una oportunidad a esta oferta», dijo, aludiendo a Lukashenko, durante una reunión especial del consejo permanente de la OSCE sobre la situación en la antigua república soviética.
Lukashenko enfrenta desde hace tres semanas una inédita ola de protestas, con decenas de miles de manifestantes que consideran fraudulenta su reelección con el 80% de los votos.
Ucrania, que congeló sus contactos con Minsk, anunció el el viernes que está dispuesta a acoger a los bielorrusos que huyen de la represión en su país.
Fuente: Agencia Francesa de Prensa