La invitación que la Iglesia nos hace en el tiempo del encaminamiento hacia la Morada de Dios o Adviento es a responder con Fe Eucarística.
El Bautista es el profeta que denuncia el comportamiento ambiguo, las actividades huidizas ante las responsabilidades y las manipulaciones a través de las prácticas religiosas.
Tanto en las pequeñas decisiones como al asumir grandes opciones, en todas hemos sido llamados a construir el Reino de Dios contenido en el Sacramento o Misterio de nuestra Fe.
En las visperas de la última semana de la Venida de Nuestro Señor Jesucristo, la Feria Privilegiada, hemos de despertarnos, reconocer la autoridad de Jesús Sacramentado por encima de todos, y resolver el dilema que nos pone entre la esperada y la pared… No hay tiempo que perder.
Llamado frontal a no congeniar nuestros intereses egoístas con los del Reino de Dios.
Fuerte exhortación a dejar de buscar privilegios a costa de la verdadera libertad que encontramos en el estilo de vida de la familia de San Juan Bautista y el Hogar Santísimo de Jesús, José y María.