!No los conozco!. Expresión común de Cristo en el día del juicio final para quiénes dijimos muchas veces y de manera pública:¡Señor, Señor!, pero solo buscamos milagros y favores a nuestra medida y gusto, por las veces que fuimos mentirosos, fraudulentos y derrochadores de los bienes que la mayoría carece y sometemos a la esclavitud de limpiar baños, botar nuestra basura, lavar platos, pisos y ropa.
Estos sirvientes son los hijos de Dios del oriente, occidente, norte y sur que carecen de
-alimento,
-trabajo,
-techo,
-educación,
-salud,
-seguridad,
-recreación,
-cuidados para ancianos.
Nuestra tarea de vida de ahora en adelante será facilitar estos medios y condiciones para que todos vivan con fe y dignidad, y el fruto de esto será:
pasen a la Mesa reservada para los que caminaron en las huellas de José y María y se convirtieron en Eucaristía para todos.