Jesús vinculado inseparablemente a la verdad y a la libertad.

Ellas son imposibles de realizarse sin la Eucaristía y los Sacramentos de la Fe Católica.

Estamos aquí, en la Santa Misa, porque buscamos liberación de las tinieblas en que voluntariamente nos envolvemos y nos sofocan, pudiendo estás terminar con nuestra existencia y la de las personas que amamos.

Pedimos al Señor, por intercesión de San José, el terror de los demonios, que nos muestre todo aquello que no tiene valor verdadero en nuestros sentires, pensares y actuaciones para romper las cadenas de la esclavitud de los ídolos del poseer, del placer y del parecer apartándonos de la verdad.

San José Castísimo, ayudamos a dedicar por entero a nuestra familia sin escaparnos de la rutina de la convivencia del Hogar.

San José Obrero, impulsamos a trabajar honradamente en actitud de servicio desinteresado y humilde por aquellos que necesitan de nuestro esfuerzo para poder comer todos los días.

San José, espejo del hombre verdadero y corazón valiente, enséñanos desde el bajo perfil, la sencillez de vida y el celo del por la santidad la Iglesia.