El cantante francés Charles Aznavour –nacido de padres armenios en París como Shahnour Varinag Aznavourian en 1924– ha fallecido este lunes a los 94 años según confirma su portavoz a la agencia France Presse. Aznavour cuenta en su trayectoria artística con más de 1.200 canciones y casi 300 discos, aunque no se conformaba y seguía componiendo todos los días. Se calcula que ha vendido más de 100 millones de discos en 70 años de carrera.
Puro motor de besos y lágrimas, de alegrías y penas, el responsable de La bohème, Il faut savoir oQue c’est triste Venise contradijo durante años el orden natural de las cosas y se mantuvo en la brecha hasta el final. De hecho, poco antes de morir había vuelto de una gira por Japón. Formaba parte de su naturaleza según declaraba en una entrevista en EL PAÍS.
«Me inspira todo: la televisión, la radio, los libros… Como no tengo imaginación, cojo lo que veo. Hay gente que la tiene y, sin embargo, no es capaz de escribir una canción». A un artista, considera, lo inspiran por igual las penas que las alegrías. «Aunque es verdad que no hay tantas canciones felices como tristes», aseguraba el embajador de la canción francesa.
El cantante creció arraigado a los orígenes de sus padres, armenios, que tuvieron que huir del genocidio. A la historia de sus progenitores y a la de tantos millones de personas va dedicada la canción con la que habitualmente suele empezar sus recitales desde hace dos décadas, Les émigrants.
Fuente: EL PAÍS