SANTO DOMINGO (D.N.), REPÚBLICA DOMINICANA.- La posibilidad de mantener el modelo de primaria cerrada o instaurar el abierto para la elección del candidato presidencial en los partidos ha pasado a constituirse en un problema político, que por serlo adquiere la categoría de recíproco dicho de otra manera, para pelear se necesitan dos.
La naturaleza recíproca del modelo de elección primaria en discusión legal y políticaentraña costos y beneficios para las partes, como acontece en todas las decisiones donde en forma previsible o no, al primar el interés particular se priva de la oportunidad de alcanzar beneficios mutuos y colectivos.
Hacia 1960 el economista norteamericano Ronald Coase desarrolló la teoría de la naturaleza de los costos sociales, con la que posteriormente se le otorgó el Nobel de economía en 1991. Con la referida teoría Coase desarrolló el concepto de costo de oportunidad, explicado a través del caso imaginario del médico y el pastelero.
La narración resumida dice que un pastelero operaba su negocio de má́s de medio siglo, 60 años para ser exacto, la pastelería cuando se encontraba operando generaba ruido, tiempo después un médico instaló al lado un consultorio, no percatándose del ruido que le iba impedir realizar los exámenes correctamente a sus pacientes, razón que lo llevó a interponer una acción legal contra el pastelero a fin de impedir la generación del ruido. Ya en juicio, la Corte falla a favor del médico, sin considerar derechos adquiridos por el tiempo.
El economista Coase al evaluar el fallo de la Corte en cuanto a los costos negativos para el pastelero, llegó a la conclusión de que si las partes en conflicto hubieran negociado las consecuencias perjudiciales no se hubieran presentado, frente a los resultados Coase pensó en el escenario ideal, aquel que dependerá de si la pastelería produce ingresos mayores al pastelero de los que pierde el médico, éste hubiera estado dispuesto a renunciar a la demanda, con tal que el pastelero lo resarciera anticipadamenteen una forma que ambos no dejarán de operar en forma amigable.
Según Coase, el pastelero habría estado dispuesto a incurrir en el costo si el monto que hubiese tenido que pagar al médico fuera menor que la disminución de ingreso que hubiese tenido que sufrir por modificar su modo de operación, abandonar su operación o trasladarse a otro lugar.
La historia construida le permitió desarrollar a Coase la teoría que implica evaluar costos y beneficios asociados a las alternativas del caso, surgiéndole la idea de que toda elección impone un costo, el cual sería el costo de oportunidad, equivalente a un costo alternativo.
Del caso Coase llega a la conclusión de que todo problema es de naturaleza recíproca, envuelve al menos a dos, por lo que realmente lo que debe tenerse en cuenta es evitar el daño más serio, que sería posible cuando las partes libremente puedan negociar y llegar a acuerdos que conlleven a una asignación de derechos más eficientes que las que puede contemplar la ley o las sentencias judiciales.
Al aplicar el caso del conflicto ocasionado por el ruido y lo trasladamos a la contradicción en torno al modelo de primaria, Leonel abanderado de las primarias cerradas, el que ha tenido siempre el PLD y el resto de los partidos, como el caso del local del pastelero con sus largos 60 años funcionando y con el de Danilo, defensor de las abiertas, método de elección nuevo, equivalente al local del consultorio del médico y ante la contratación de un equipo de especialistas constitucionales para que opinen en torno a que si es inconstitucional o no las primarias abiertas, justo igual al caso que el médico apoderó a la Corte ante su conflicto con el pastelero.
Pero resulta que los técnicos son infalibles, por no ser figuras divinas, al tiempo que el contratista que encarga estudios periódicos, sin su intención, provoca en los especialistas opiniones favorables, pues ellos con su fino tacto copian la señal del contratante y se alinean, poniéndolo a escuchar o leer lo que le simpatiza a fin de mantenerlo siempre en calidad de cliente, derivando opiniones que no están desprovistas de intereses, perdiendo objetividad y sesgando la decisión con costos perjudiciales que superarían los beneficios de un entendimiento, al tiempo de desaprovechar el costo de oportunidad o alternativo que ofrece un acuerdo que beneficia a todo el sistema político nacional.
Cualquiera que sea la decisión basada en la opinión asimétrica de los constitucionalistas, ocasionará daños políticos, no sólo al partido, sino al sistema de partidos del país; por lo que a partir de lo sugerido por Ronald Coase, lo razonable sería llegar a un acuerdo que mitigue o anule los daños potenciales, a manera que los beneficios sean mayores que los costos.
Al margen de las dimensiones de los liderazgos de Leonel y Danilo, dentro y fuera del PLD, lo cierto es que ambos son los líderes claves en la actual coyuntura que vive el partido morado y que su dimensión es nacional, al trascender los límites de ese partido; por lo que la medición de las consecuencias debe ser sopesada justo como el costo de oportunidad, que para el caso se traduce en un entendimiento, un acuerdo, para no llamarle negociación, porque tal vez Don Juan Bosch se sentiría nueva vez lacerado.