Por Francina Hungría
Santo Domingo, Distrito Nacional.- Permanecer por cien años ejerciendo la labor que hemos decidido desempeñar en la sociedad es muchísimo más que un reto. La mayoría de los que nos planteamos metas a largo plazo no conseguimos superar los proyectos de vida a más de diez o veinte años. La familia Corripio ha podido superar esta barrera de tiempo.
Por eso es mucho más que un gesto simbólico el reconocimiento que el grupo Corripio hizo a las iniciativas de cien organizaciones sociales, es un llamado a la consistencia, a permanecer contra todo pronóstico y contra los vientos opuestos.
La familia Corripio con esta acción, continúa demostrando su compromiso social, quienes durante todo este siglo han incidido en el desarrollo económico, social y cultural de nuestro país y han demostrado que con trabajo, dedicación y constancia se puede construir un futuro promisorio.
Durante el acto, José Luis Corripio Estrada (Pepín) dijo que un mejor país solo es posible con el trabajo, el sacrificio y la entrega de todos. Si esa es la clave para permanecer e impactar en la sociedad, la respuesta lógica es el compromiso con estos valores. Quienes trabajamos por la inclusión, sabemos que sin entrega y sacrificio no podemos alcanzar ningún objetivo.
Ser testigos de obras llenas de huellas a favor de nuestro país, nos inyectan la energía necesaria para seguir llevando aun mas lejos nuestra labor, y seguir haciéndole frente al desafío de construir una sociedad basada en valores y más equitativa para todos.
Que la familia Corripio reconozca nuestro trabajo, demuestra que mover la inclusión nos interesa a todos. Esta gran motivación es sólo comparable al compromiso de seguir esforzándonos para abrir caminos a las personas con discapacidad en los distintos ámbitos de la sociedad. Demostremos gratitud, más que con palabras, con hechos, con logros, y que esos principios nos permitan registrar un siglo más de los resultados de promover la inclusión.