La Iglesia desmiente reuniones con el Gobierno, mientras la oposición continúa exigiendo más democracia y libertad en las calles
La confrontación que mantiene el Gobierno de Nicolás Maduro y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), debido al golpe de Estado propiciado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en contra de la Asamblea Nacional, sigue generando duras protestas que hasta la fecha dejan el lamentable saldo de 21 personas asesinadas, también se han producido una serie de ataques directos y rumores teniendo como blanco principal a la Iglesia católica del país.
Esa reunión es falsa
El nuncio apostólico de Su Santidad en Venezuela, monseñor Aldo Giordano, el arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, y el superior general de los jesuitas, padre Arturo Sosa Abascal, fueron señalados a través de participar en una supuesta reunión, el 21 de abril en la noche, con representantes del gobierno nacional.
La Iglesia arquidiocesana y la Conferencia Episcopal Venezolana salieron al paso, y en un comunicado publicado el 23 de abril, fue desmentido el bulo. “La información sobre una supuesta reunión en la Nunciatura (…) es totalmente falsa. “Esa reunión nunca tuvo lugar”, dice tajantemente el comunicado de la arquidiócesis de Caracas.
“Mensajes falsos son negativos, desinforman y crean problemas”, acota la misiva. “Lo conducente es trabajar por la paz y la defensa de los derechos constitucionales del pueblo”, dice el comunicado que, además, llama “a orar a Dios para que los venezolanos podamos resolver nuestros problemas de manera pacífica y democrática”.
Entretanto, monseñor Giordano, aprovechando su visita a la parroquia “Asunción de María, en Guarenas, durante la festividad de la Divina Misericordia, exhortó a los venezolanos a “no tener miedo”, expresión que fundamentó en la homilía inaugural del pontificado de San Juan Pablo II, y que, según dijo, “está escrita 366 veces en la Biblia”.
Jesucristo herido en Venezuela
“Los apóstoles después de la muerte de Jesús, por miedo, estaban en una casa con las puertas cerradas”, dijo comparando el episodio del nuevo testamento con la realidad del país bolivariano. “Se diría con palabras del Papa Francisco que son víctimas de un pesimismo estéril. Esta es a menudo la situación de Venezuela”, expresó el nuncio Giordano.
“Pero también existe miedo de la falta de trabajo, de la situación política, violencia, de la falta de libertad, de comida o medicamentos; de la soledad o de la enfermedad; de la incomprensión. Y finalmente, tenemos miedo de la muerte”, acotó, describiendo la realidad.
Giordano consideró que Jesucristo está herido en la dura realidad de los venezolanos. “Nosotros podemos tocar las heridas de Cristo porque está herido en la historia actual de Venezuela, y la misericordia escribe esta nueva página en la historia”.
Sin embargo, el prelado asomó por dónde viene la esperanza para los pueblos oprimidos. “No tengáis miedo fueron las primeras palabras de San Juan Pablo II lanzó al mundo entero desde la plaza San Pedro en aquella memorable homilía de la inauguración de su pontificado”. Además, habló de la “contribución fundamental” del papa polaco, “en la caída de los poderes totalitarios comunistas que dividían Europa como un muro hasta 1989”. Consideró que para ello se necesita “la novedad del perdón y la justicia”, porque “el secreto está en la misericordia”; y en Venezuela, “la mayoría son personas católicas”.
Más represión, más protestas
Dos días después que la MUD cruzara en forma inédita desde el este al oeste de Caracas, para llegar a la sede de la Conferencia Episcopal con la “Marcha del silencio”, rendirle allí un homenaje a los fallecidos que ya suman 21 como consecuencia de las manifestaciones, este lunes 24, se produjo la protesta denominada: “El gran plantón nacional”.
Algunas de las vías públicas más importantes de Caracas y otras ciudades fueron cerradas, para pedir la remoción de los magistrados del TSJ, la realización de elecciones generales, la liberación de los presos políticos y respeto a la Asamblea Nacional. A pesar de la connotación pacífica, nuevamente recibieron la represión de los cuerpos de seguridad.
Según el director ejecutivo del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, 1.325 personas han sido arrestadas por las protestas registradas desde el 4 abril. El Foro Penal atendió 538 persona que fueron arrestadas hasta el 19 de abril. “De este total, hasta la fecha, 32 personas han quedado privadas de libertad por órdenes judiciales”, dijo Romero.
Por otra parte, el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), informó que más de 70 ONG exigieron la desactivación inmediata del Plan Zamora y el fin de la actuación de “colectivos” armados contra los manifestantes.
Hasta la fecha, 21 personas perdieron la vida ya que el domingo 23 de abril, murió Almelina Carillo, que sufrió una herida en la cabeza luego de recibir “un botellazo” de agua congelada el pasado 19 de abril durante una manifestación oficialista. Voceros del partido PSUV culpan a la oposición de la muerte de Carrillo pero sin presentar investigaciones confiables.
Crisis en aumento
Cabe indicar que Maduro declaró este domingo 23 de abril, que quiere “elecciones ya”, pero refiriéndose a los comicios regionales, las elecciones de gobernadores (que debieron haberse celebrado en diciembre de 2016) y las de alcaldes, previstas desde un inicio para este año. Maduro descarta las elecciones generales exigidas por la oposición.
En medio de este panorama resalta el informe que el 18 de abril presentó el Fondo Monetario Internacional acerca de sus previsiones económicas para este 2017 y 2018. Precisa que para fines de 2017 la inflación llegaría a 720%, mientras que en 2018 sería de 2.068%. Sumado a esto, la economía del país bolivariano cerrará 2017, con un retroceso de 7,4%.
La crisis humanitaria en Venezuela sufre especialmente de la grave escasez de alimentos y medicinas, afectando a los sectores más desfavorecidos de la sociedad: niños, ancianos y enfermos crónicos. Algunos voceros de la Iglesia y sectores moderados, recuerdan que de haberse cumplidos con los acuerdos establecidos en el fallido diálogo, pudo surgir la posibilidad de que ésta crisis se redujera, pero el Gobierno no cumplió, y el dialogo fracasó.
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