Por Máximo Laureano
Los hombres armados alegaron que buscaban a una persona, que presuntamente había huido e intentaban obligar a los vecinos a señalar dónde estaba el perseguido que nunca apresaron.
MOCA, República Dominicana.- Gladializa Lora Almonte llora sin parar la muerte de su hija embarazada, que fue muerta por unos policías que dispararon sin ningún control en las estrellas calljes del barrio Jarro Sucio.
Al dolor de la pérdida de su hija y su nieto se agrega la ofensa de la oferta de dinero que le hicieron las autoridades, a cambio de que callara, de que no hablara con la prensa, de que no denunciara el doble crimen.
La tragedia ocurrió el 24 de noviembre. Desde entonces Gladializa Lora Almonte, llora de dolor y rabia todos los días en su casista del barrio Santa Ana o Jarro Sucio, en Moca, municipio cabecera de la provincia Espaillat.
“De día, de noche, a cada momento, es como si hablara con ella y siento que ella me pide que su caso no quede impune”, relata la madre de María Melina Lorenzo Lora, mientras implora en los pasillos del Palacio de Justicia de esta jurisdicción.
María Melina, tenía 19 años de edad y una criatura de cuatro meses en su vientre, cuando fue sorprendida por un tiroteo iniciado por los dos agentes policiales que llegaron al barrio, vestidos de civil, con pistolas en manos e hicieron disparos hacia todos los lados, sin importar quien estuviera en peligro. Como si la vida, la integridad y los derechos de las personas pobres no valieran de nada.
Los hombres armados alegaron que buscaban a una persona, que presuntamente había huido e intentaban obligar a los vecinos a señalar dónde estaba el perseguido, supuesto delincuente que nadie vio y que los policías nunca apresaron.
Los vecinos afirman que los agentes, entre ellos, los dos involucrados en el caso, acostumbran visitar el barrio para cobrar dinero a los distribuidores de drogas y otros delincuentes. Aseguran es una práctica común en los llamados barrios calientes de la ciudad de Moca.
Ayuda a cambio de silencio
El dolor y la impotencia ha sido la identificación de este caso, muchos sectores de Moca, han exigido que se hagan investigaciones creíbles, para que se establezcan responsabilidades concretas, ya que la primera intención de la Policía, ha sido proteger a los agentes imputados en el hecho.
“El coronel (Moquete González) me dijo que comprarían la caja (Ataud) y que me ayudarían con otras cosas para entrerrar a mi hija, pero, que a cambio, no hablara con la prensa”, afirma Gladializa, quien señala, que estaba en disposición de aceptar la colaboración policial, porque es una persona muy pobre, pero que la rechazó cuando le propusieron que tenía que dejar todo así, que no denunciara el caso.
“Entonces yo le dije que si tenía que salir a pedir, para enterrar a mi hija, yo lo haría, porque no iba a vender la dignidad de mi hija”, exclama la madre la dela joven, quien se queja de que la Policía no le permitieron ni siquiera velar y enterrar a su hija en paz, porque le llenaron la casa de agentes armados, como si su hija era una delincuente.
“La Policía estuvo desde el momento en que la mataron, hasta que el cementerio”, asegura la madre de la joven.
“Fueron tres vidas que ellos mataron, porque la mataron a ella, mi hija se solo 19 años, me mataron mi nieto y el papá de ella (Héctor Lorenzo) también murió, porque le dio un ataque cuando se enteró del hecho”.
Testigos entrevistados en el barrio cuentan que la joven estaba sentada desayunando cuando llegaron los hombres llegaron disparando, ambos se desplazaban en una motocicleta.
“El me la mató y después dijo que llamara al 911 y se quedaron en el barrio y entraron a las casas, voltearon todo, pero nunca dijeron a quién buscaban”, denunciaron algunas de las personas que presenciaron el tiroteo.
Un agente excluido del proceso
Este martes 11 de diciembre del 2018, la jueza del departamento de Atención Permanente, del distrito Judicial de la provincia Espaillat, Carmen Miledys Sánchez, envió a prisión preventiva por tres meses al cabo de la Policía Nacional, Luis Neurys Villanueva Rosario, principal imputado en el caso de la muerte de la joven María Melina Lorenzo Lora.
Sobre el proceso Víctor Bretón, abogado de la parte querellante, ha dicho que las autoridades protegen al segundo hombre involucrado en este caso, se trata de Wilson Antonio Burgos Burgos, compañero de Villanueva, en el operativo. Bretón agrega, que aunque los testigos del barrio aseguran este no disparó contra la muchacha, es parte del proceso porque facilitó medios y no debe ser excluido.
Sobre el caso el fiscal titular del distrito judicial de la provincia Espaillat, Yorelbin Rivasdijo que se hacen los esfuerzos de lugar para aclarar el hecho. Agregó que no se pueden revelar detalles porque se trata de un caso que está en la fase de investigación inicial, aunque especifica que se encontraron indicios suficientes para sostener un proceso de medida de coerción. Los fiscales adjuntos Sandy Bencosme y Fernando Martínez, trabajan en el caso.
La versión policial
Aunque en el barrio mantienen la versión de que no saben a quién buscaban los agentes policiales, el imputado Luis Nerys Villanueva Rosario, mantiene la versión de se trató de un intercambio disparos. No obstante hay grabaciones que muestran que los agentes se quedaron en el lugar del hecho, donde se presume los atacaron a tiros.
“Nosotros fuimos sorprendidos a tiros por ellos y tuvimos que repeler la agresión ha dicho Villanueva Rosario, tras ser detenido para la mediada de coerción y dijo que estás vivo por la gracia de Dios, tras enfrentar a los presuntos delincuentes del barrio Jarro Sucio, donde murió la joven.
“Estamos vivos gracias a Dios”, responde a reporteros, agrega que estaban allí buscando a un hombre fichado por homicidio, pero los vecinos que vieron la acción la acción policial, aseguran que en ningún momento vieron al perseguido y niegan que se haya originado un intercambio de disparos, como alega la Policía, en este y otros casos.
Fuente: Acento.com.do