Santo Domingo (D.N.), República Dominicana.- Independientemente de quien haya ganado o perdido las primarias, «ha quedado una estela de desconfianza para la organización y administración» de las elecciones del próximo año, sostuvo Guillermo Caram, dirigente del Partido Reformista Social Cristiano.
“Nadie puede dudar que hubo inequidad en uso de recursos -mediáticos privados incluidos-, invasión de privacidad, mercadeo de votos y cédulas, propaganda en narices de la policía electoral, divulgación de resultados mientras se votaba, resistencia previa al conteo manual para implementarlo después, hermetismo previo de auditoría universitaria para divulgarla después, etc”, declaró.
Citando al siquiatra Segundo Imbert Brugal: “Nadie puede negar que hubo anomalías, lenidades, favoritismos, irresponsabilidades”, abonando así el permanente fantasma del fraude cimentado en la “cultura del gancho” diagnosticada por otro psiquiatra (Antonio Zaglul), manifestó Caram.
Dejar pasar amenaza las elecciones del 2020 y a la misma democracia
La Constitución “contiene mandatos inspiradores para superar estas amenazas”, sostuvo y citó el artículo respectivo que consigna como función esencial del Estado “la protección efectiva de los derechos de la persona… de forma igualitaria, equitativa… dentro de un marco de libertad… compatibles con… derechos de todos. Este precepto conduce elegir libremente quienes deben gobernarnos», subrayó.
También aludió al que establece que “las elecciones serán organizadas, dirigidas y supervisadas por la Junta Central Electoral y las juntas electorales las cuales tienen la responsabilidad de garantizar la libertad, transparencia, equidad y objetividad de las elecciones” y Caram alertó que lo sucedido en las primarias «pone en duda la capacidad de cumplir estos atributos en próximos comicios».
Como la JCE y los partidos participantes en las primarias se financian con fondos públicos, son susceptibles de aplicación del Art.246 de la Constitución relativo al “control y fiscalización sobre el patrimonio, los ingresos, gastos y uso de los fondos”.
«Si bien esto recae en instancias estatales, la Constitución permite fiscalizaciones ‘por la sociedad’, por lo que la JCE no pueden enojarse, iracundamente, que instancias ciudadanas clamen por informaciones», advirtió.
Además de la Constitución, Caram también citó el Evangelio
«Recordando la admonición evangélica “el infiel en lo poco, lo será en lo mucho” (Lc.16.13); se teme, que como la JCE no fue, por lo señalado, rigurosamente fiel en primarias (lo poco), no lo será en elecciones (lo mucho)», añadió.
Por lo mismo, reclamó a la instancia rectora del voto de los dominicanos «inspirar confianza» y opinó que para ello debe comenzar por dar explicaciones «convincentes y adoptando correctivos».
«No se trata solo de ‘no hacer nada malo’ sino de reorientarse hasta ser más proactivo en lo bueno y menos permisivo. Cómo enseñan las doctrinas post-evangélicas: las transgresiones pueden ser tanto de comisión como de omisiones», advirtió.
«Ello transmitiría -remató- sosiego ciudadano y descartaría nuevos desasosiegos si partes perjudicadas recurrieran al Art. 148 de la Constitución relativo a responsabilidad de funcionarios ‘por los daños y perjuicios ocasionados’ por una actuación u omisión administrativa”.
Fuente: Acento.com.do