El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este domingo que se realizarán nuevas elecciones tras varias jornadas de violentos disturbios que han azotado el país desde las polémicas elecciones del pasado 20 de octubre en la que fue declarado ganador.
El mandatario dio a conocer la noticia tras la publicación de un informe preliminar de la auditoría que está haciendo de estos comicios la Organización de Estados Americanos (OEA) en el que se mencionan varias «irregularidades».
La OEA determinó que era estadísticamente improbable que Morales hubiese ganado por el margen de 10% que necesitaba para evitar una segunda ronda electoral.
La auditoría del organismo internacional también encontró actas físicas con alteraciones y firmas falsificadas. En el informe de 13 páginas se señala que en muchos casos no se respetó la cadena de custodia de las actas y que hubo manipulación de datos.
Morales declaró que estaría tomando la recomendación de la OEA para renovar la totalidad de vocales del Tribunal Supremo Electoral, que fueron duramente criticados por el manejo del conteo del mes pasado.
En su intervención televisiva Morales no anunció fecha para las futuras elecciones. Por su parte, el candidato de la oposición Carlos Mesa, dijo que Morales no debe presentarse como candidato a los nuevos comicios.
Mientras el líder opositor de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, insiste en que Morales debe renunciar.
Protestas y movilizaciones
El 20 de octubre, día en el que se celebraron las elecciones en Bolivia, el Tribunal Supremo Electoral suspendió repentinamente el conteo de los votos cuando la tendencia mostraba una segunda vuelta entre Evo Morales y el candidato Carlos Mesa.
Pero casi 24 horas más tarde el conteo se restableció y la tendencia mostraba a Morales como vencedor en primera vuelta.
Esto generó sospecha y desconfianza entre muchos bolivianos que comenzaron a movilizarse en las calles y a denunciar lo que consideran un fraude electoral.
Por su parte, el presidente Evo Morales, primer presidente indígena y en el poder desde 2006, también convocó a sus seguidores y denunció un intento de golpe de Estado.
Desde entonces ha habido intensas protestas en todo el país. Detractores y seguidores de Morales se han enfrentado durante las últimas semanas. La violencia ha dejado al menos 3 muertos y cientos de heridos.
Las fuerzas armadas de Bolivia han declarado que no intervendrán y desde el fin de semana la policía en varias ciudades ha dicho que no saldrá a confrontar a los manifestantes.
Se han reportado motines policiales en varios lugares incluida La Paz donde los policías dejaron a las sedes del Gobierno y Legislativo bolivianos sin protección.
Fuente: BBC Mundo