Por Daniel García Archibald
Todo el mundo en este país sabe que, después del discurso de Danilo Medina dejando claro que no optaría por una repostulación, su objetivo ahora es evitar que Leonel Fernández sea el candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Y que si finalmente Leonel logra imponerse en las primarias abiertas de su partido el próximo 6 de octubre, Danilo haría lo imposible para que no resulte electo presidente de la República.
Tanto en un caso como en el otro, veríamos al danilismo emplearse a fondo para que el presidente de su partido no se salga con la suya y de esa forma pasarle factura por haber contribuido a que el proyecto de reforma constitucional no llegara al Congreso, se conociera y aprobara.
Que la oposición política, encabezada por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y su líder Luis Abinader, impidiera esa reforma no le importaba al presidente Medina.
Su dolor, y así se evidenció en la comparecencia del mes pasado, fue ver al presidente de su partido marchar hasta el Congreso y allí lanzar un discurso donde hacía referencia personal al primer Mandatario de la nación diciéndole lo mucho que lo aprecia, pero que no podía acompañarlo en el proyecto reeleccionista.
Es muy evidente que Danilo y sus seguidores están muy dolidos con Leonel y su equipo, y no van a perder la más mínima oportunidad para vengarse. Las acciones que se vienen tomando desde la misma noche del discurso hablan por sí solas.
Leonel Fernández está muy consciente de lo que le viene por haber desafiado al poder, y sobretodo a un Danilo Medina que él más que nadie conoce bien. Aquí podríamos volver a escuchar aquella expresión de: “ me venció el Estado”, que aún siendo los mismos actores, los papeles estarían invertidos.
También sabe Leonel que Danilo no va a “mover una paja” para que gane las elecciones del año próximo, pero tampoco lo harán Reinaldo Pared Pérez, Temístocles Montás, Francisco Domínguez Brito, Radhamés Segura, Carlos Amarante Baret, Andrés Navarro, y Gonzalo Castillo. Este último entró en acción ante la debilidad de los otros, a ver si vence al León.
Todos ellos, y algunos otros que no son precandidatos presidenciales, pero si importantes figuras del danilismo, harían nada en favor de una candidatura presidencial de Leonel Fernández. Sus pasos lo decidirá su jefe político, el presidente de la República.
Por su parte, Danilo Medina está consciente que un triunfo de Leonel Fernández significa su sepultura política y una situación muy difícil para sus principales colaboradores, incluyendo funcionarios del Gobierno, legisladores, alcaldes, dirigentes medios del PLD y aliados de otros partidos.
Leonel presidente, dicen los propios danilistas, sería la oportunidad de venganza de ese sector peledeista contra los seguidores del Presidente, y del propio Danilo, a quien acusan de muchas bellaquerías en perjuicio del presidente del partido y algunos de sus seguidores.
En cambio, si se derrota al presidente del partido en las primarias, o impidiendo que gane las elecciones como candidato del PLD, la venganza sería de Danilo, por Leonel haberse confabulado con la oposición para hacerle la vida imposible y evitar la reforma constitucional.