VILLA ALTAGRACIA, San Cristóbal.-El presidente Danilo Medina realizó hoy su Visita Sorpresa número 232, la última del año 2018, a Los Arroyones, paraje Sabana Culebra, donde supervisó la ejecución y los avances del proyecto de la Asociación de Mujeres Emprendedoras del Pedrero (ASOMEP).
La iniciativa es resultado de un compromiso asumido y cumplido por Danilo Medina, en su Visita Sorpresa número 76, en agosto de 2014, para acercar el Gobierno a las comunidades más apartadas, democratizar el crédito y fortalecer la asociatividad.
En aquella ocasión, las mujeres agrupadas en ASOMEP recibieron apoyo para una granja de cerdos para 300 madres.
En este último domingo del 2018, el jefe de Estado regresó a la comunidad para dar seguimiento y constatar el impacto en la mejoría de la calidad de vida de la gente de la comunidad.
Conoció las naves donde se recibirán los cerdos y también recibió explicaciones de cómo serán alimentados.
El proyecto beneficia de forma directa a 190 personas y de forma indirecta a otras 680. La moderna granja de cerdos cuenta con equipos de última generación para la alimentación.
El proyecto se ejecuta con altos estándares de bio-seguridad para garantizar la sanidad de los animales y la no inclusión de enfermedades, virus y bacterias por factores externos.
Tiene como metas lograr: Volumen de negocios RD$31,440,000; Costo de producción: RD$26,580,000; Producción anual de carne: 360,600 kilogramos.
Se proyecta que 300 madres realizarán 2.5 partos, con un promedio de 8 crías por parto, estimando 6,000 crías al año en total.
“Tenga confianza, Presidente, que lo que usted ha puesto en nuestras manos se va a cumplir. Aquí nuestras mujeres están empoderadas”, dijo Virginia Benítez, presidenta de ASOMEP.
La granja es un proyecto modelo, superior incluso a granjas privadas. Fue construida por comunitarios y familiares de los miembros de la Asociación, incluyendo jaulas, gestación y parideras.
“Hicieron un trabajo excelente. Los felicito”, dijo el presidente Danilo Medina sobre las labores de construcción que también contribuyeron a dinamizar la economía local.
El ingeniero de la obra, Raúl Sosa, estimó que alrededor de 50 familias de la zona trabajaron en la construcción. Al mismo tiempo, los pequeños propietarios de ferreterías de la comunidad fueron favorecidos con la compra de los materiales.