Es el día en la Cuaresma del llamado a enfermos y pecadores a acudir a la Mesa de Jesús, el Médico Justo.

El Apóstol San Mateo, que intercede de manera especial por nosotros, en este día no fue pescador, sino cobrador de impuestos.

Abandona su oficio corrupto y opresor en contra del Pueblo de Dios, y en su hogar se celebra la Santa Misa.

El llamado de Jesús a quien se llamó Leví resuena en nuestros corazones con el SÍGUEME.

En sábado cuaresmal, la Virgen María, Reina de los Apóstoles, está con nosotros en el Banquete del Señor.

Ella nos acompaña cuando tomamos la decisión de compartir con quienes también están convocados a esta Mesa y no tienen los recursos necesarios para colaborar con un poco de pan y de vino.

Es deber de todos los que son como Leví manifestar su arrepentimiento y cambio de vida con el suplir las Especies Eucarísticas y facilitar espacios dignos y puestos honrados para que puedan ocupar los desfavorecidos de todo su lugar en el Convite Santo.

!María, Reina de los Apóstoles… Ruega por nosotros!.