San Ambrosio de Milán
PMAGS
7/12/24

El Padre y Doctor de la Iglesia promovía a toda hora la Inmaculada Virginidad de la María, la Madre de Jesús. Pedía a las jóvenes y viudas que vivieran reservadas para el culto y el servicio de Dios.

Como Obispo, aunque le lloviensen por ello las críticas de sus diocesanos,
se dedicaba a confesarles a toda hora para perdonar sus pecados, para borrar el pecado del mundo.

Nos enseña el antecesor de San Carlos Borromeo y San Pablo VI, Papa, que la Virgen María es el lienzo y em espejo donde brilla la castidad, la hermosura y toda virtud.

La Maestra más insigne. La Madre de Dios. La Elegida es la Claridad misma. La Casta que al engendrar no mancilló su pureza. La Madre de la Iglesia que al matrimonio cristiano que siempre es bueno, lo ha convertido en el nacimiento mismo del amor.

Para San Ambrosio de Milán la mujer ha de amar a su esposo como a Jesucristo.mismo a quien encontramos en la Eucaristía.

¡Cuán gran desafío entonces es este para los hombres casados!.

La Inmaculada Virgen María bendice y acompaña a los casados ante tal entrega del uno para el otro.

¡Santa María, la única Virgen Inmaculada… Ruega por nosotros!