El movimiento por los "derechos de los hombres" se inicia en EE.UU. en la década de 1970.

«Básicamente, ven a las mujeres como una plaga».

Así resumen quienes los han estudiado el pensamiento de A Voice for Men y Return of kings (Una Voz para los Hombres y Retorno de Reyes, respectivamente en español).

Se trata de dos grupos recientemente incluidos en el informe anual sobre el «odio en Estados Unidos» que anualmente publica el Southern Poverty Law Center (SPLC) de Alabama, un documento conocido como «el mapa del odio».

Es la primera vez que los expertos de este centro dedicado a la defensa de los derechos de las minorías y contra la discriminación en el país incluye en su lista a lo que definen como «supremacistas masculinos«.

Ahora sus nombres figuran junto a los otros grupos cuya razón de ser es la aversión a un colectivo social específico.

Los había obsesionados con los negros, como el histórico Ku Klux Klan; con los judíos, como muchos neonazis; de negros contrarios los blancos; como algunos movimientos separatistas afroamericanos; e incluso homófobos.

Pero nunca antes habían aparecido grupos que, de acuerdo con el informe, «abogan por una subyugación total de las mujeres«.

Un simpatizante del Ku Klux Klan en las afueras de Chicago.
Los «supremacistas masculinos» figuran ahora en la lista junto a grupos como el Ku Klux Klan. (Foto: Tim Boyle).

Heidi Beirich, directora de Inteligencia del SPLC, resume en conversación con BBC Mundo la concepción de la mujer que tienen los seguidores de Una Voz para los Hombres y Retorno de los Reyes.

«Las ven como una fuerza maligna en la sociedad«, señala.

«Para ellos, son malvadas y las llaman ‘zorras'».

En su visión, ellas son seres inferiores y el avance en la conquista de sus derechos una tendencia a combatir que revela la decadencia de la sociedad actual.

Paul Elam lanza un mensaje en su canal de Youtube.
Paul Elam es el fundador de Una Voz Para Hombres y cree que el único poder de las mujeres reside en su órgano sexual. (Foto: YouTube)

Culpan de ello a lo que Paul Elam, fundador de Una Voz Para Hombres, calificó como «el maligno matriarcado» que, a su juicio, impera actualmente.

Solo hay una cosa que detesten más que una mujer, el feminismo.

Según el SPLC, perciben en él «la causa del declive de la civilización occidental».

«Robots sexuales»

Frases extraídas de sus páginas en internet retratan su mentalidad.

Elam abogó por la creación de robots sexuales que sustituyeran a las mujeres, de las que dijo que «dependen de los hombres para todo».

También afirmó que «el único poder» de ellas reside en su vagina, órgano al que se refería en los términos soeces que abundan en sus mensajes y en los comentarios de quienes simpatizan con él.

Por su parte, Roosh Valizadeh, líder de Retorno de Reyes, propuso en 2015 «hacer legal la violación si se cometía en una propiedad privada».

Valizadeh no respondió a la petición de BBC Mundo de participar en este reportaje. En su web se refiere al comentario anterior como un «pensamiento satírico».

Él es uno de los más conocidos exponentes de la llamada «comunidad de seducción», un círculo de supuestos expertos que aconsejan a otros hombres sobre cómo conseguir encuentros sexuales con mujeres.

Su acción se ha visto salpicada de denuncias de misoginia y trato degradante hacia ellas.

Roosh Valizadeh.
Roosh Valizadeh abogó por legalizar la violación si se producía en una propiedad privada. (Foto: YouTube).

Una reacción masiva de rechazo en las redes obligó a Valizadeh a cancelar la gira por una docena de países que tenía prevista en 2016, con la que esperaba difundir sus ideas.

Donde bullen sin restricción alguna es en lo que se ha dado en llamar la «hombresfera», los blogs y otros espacios virtuales a los que acuden los convencidos de la causa «masculina».

Allí cualquier internauta puede leer opiniones como la suscrita por Ferdinand Bardamu, que defendió el terror en el hogar «como la única cosa que hace que las mujeres se comporten mejor que los chimpancés».

Uno de los que bucea a diario por estos rincones de la red es un bloguero de Chicago llamado David Futrelle.

Aunque él lo hace con la intención de denunciar a figuras como Elam y Valizadeh.

Empezó a hacerlo en 2010 en su blog We hunted the mammoth («Cazamos al mamut», en español), que mantiene activo pese a que asegura haber sufrido insultos, infundios y amenazas.

«A veces me llaman por teléfono para preguntarme si he pedido una pizza; es su manera de recordarme que saben dónde vivo», relata en conversación con BBC Mundo.

Futrelle explica que los machistas vuelcan sus «ridículas fantasías» en foros albergados por la plataforma Reddit o en páginas como Daily Stormer, que reaparece con distinto url cada vez que las denuncias de usuarios escandalizados provocan su cierre.

Allí, por ejemplo, se aboga públicamente por dar muerte a todas las mujeres o a todos los musulmanes.

La libertad de expresión, consagrada en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, hace que solo sean delictivas las amenazas directas a una persona en concreto, por lo que las autoridades no persiguen comentarios de este tipo.

A veces me llaman y preguntan si he pedido una pizza; es su manera de recordarme que saben dónde vivo.

David Futrelle, autor del blog Cazamos al Mamut

La pregunta es si lo que el SPLC define como «discurso del odio» de estos grupos puede alguna vez pasar de las palabras a los hechos, de los foros de internet a la realidad.

«Es la propaganda la que empuja a la gente hacia la violencia, a los crímenes de odio o el terrorismo doméstico. Las ideas de estos grupos son tomadas por gente que luego termina haciendo cosas horribles«, dice Beirich.

Recuerda además casos como el ocurrido en 2014 en Isla Vista, California, donde un joven de 22 años mató a 6 personas e hirió a otras 14 como represalia contra las mujeres, a las que culpaba de que no hubiera perdido nunca su virginidad.

«No sé por qué no las atraigo, chicas, pero las castigaré a todas por ello», dijo en el video que grabó antes de lanzarse a una matanza en la que también él dejaría la vida.

Elliot Rodger, eun video colgado en Youtube.
El joven Elliot Rodger mató a 6 personas en California en 2014. Culpaba a las mujeres de que nunca había perdido la virginidad. (Foto: YouTube).

Conexiones con la extrema derecha

Los supremacistas masculinos toman con frecuencia la bandera de los derechos de los padres en los pleitos de divorcio e intentan presionar para conseguir cambios en las leyes.

«Aseguran que todo el sistema legal está constituido contra los hombres, lo que resulta francamente ridículo«, sostiene Beirich.

Pero los planteamientos de estos grupos no son nuevos en la arena pública estadounidense.

Ya a partir de la década de 1970 y 1980, el denominado «movimiento por los derechos de los hombres» empezó a hacerse oír.

Uno de sus pioneros, Warren Farrell, publicó en 1993 un superventas titulado El mito del poder masculino, en el que recogía sus puntos de vista y se convirtió en obra de referencia.

Futrelle indica que desde un primer momento se aprecian las conexiones con la «extrema derecha«.

«Los ultraderechistas ya venían siendo misóginos y publicaciones como el Daily Stormer lanzan mensajes mucho más virulentos que los de los activistas por los derechos de los hombres».

«Estrella» emergente

Dentro del variopinto panorama que forman los distintos grupos de lo que Futrelle llama la «extrema derecha», hay figuras al alza y otras que vivieron tiempos mejores.

Según él, Elam es un veterano que ya no puede competir como jóvenes pujantes como Roosh Valizadeh y sus «reyes».

«La influencia de Elam ha decaído en los últimos dos años. Retorno de Reyes tiene mucho más tráfico en su página y más atención mediática«.

Pero ni el uno ni el otro son la estrella emergente.

Manifestación contra Donald Trump en Nueva York.
Los autores del informe vinculan el auge de los grupos supremacistas masculinos a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Ese papel corresponde ahora a Mike Cernovich, otro activista digital que evolucionó desde su inicial reivindicación del «empoderamiento masculino» en la «hombresfera» hacia posiciones más centradas en lo estrictamente político.

Por ejemplo, Cernovich dice que la violación durante una cita («date rape») no es posible.

Cernovich se define como un integrante de la «nueva derecha» estadounidense y fue un entusiasta partidario de la candidatura de Donald Trump a la Casa Blanca. También se le conoce por promover teorías de la conspiración.

El hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., dijo de él que se merecía el premio Pulitzer, el galardón más prestigioso del periodismo en Estados Unidos.

Manifestación por los derechos de las mujeres en Chicago.
Los supremacistas masculinos odian a las feministas, contra las que dicen estar en guerra.

Futrelle y Beirich creen que el triunfo de Donald Trump ha sido determinante en «el auge de la misoginia».

Beirich subraya el efecto de algunas palabras del mandatario: «Cosas como las que decía Trump en aquella grabación en la que hablaba de agarrar a las mujeres por el c… no las oíamos antes».

«Como los ultraderechistas, los supremacistas masculinos vienen del mismo sentimiento general de respuesta negativa de los hombres blancos que antes tenían el control de todo y ahora se sienten desafiados por las mujeres, los inmigrantes y diversas minorías«, diagnostica Futrelle.

Movimientos como el #MeToo, surgido para poner fin al acoso sexual, o Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan, en español), frente a la brutalidad policial contra la población afroamericana, recuerdan a Elam, Valizadeh y los suyos que los rivales a los que aborrecen siguen al pie del cañón y no muestran ninguna intención de desistir.

Fuente: BBC Mundo