NUEVA YORK – El reconocido empresario de la industria del taxi en Nueva York, Boaz Bag Bag, se ha convertido a lo largo de sus 25 años de haber llegado a la ciudad, en 1993, en el patriarca y protector de miles de taxistas, que a través de sus empresas tienen a mano la solución de prácticamente todos sus problemas, desde los financieros, hasta los legales.
Boaz, dijo en una entrevista con este reportero que su propósito es ayudar al máximo a los más de 6 mil taxistas de todos los colores, que están registrados en su empresa.
Especialistas y observadores que monitorean el crecimiento de la industria, vaticinan que para 2020, Boaz aumentará a 10 mil o más la cantidad de taxistas en su compañía.
Considerado en varias comunidades como un filántropo de alto perfil, Boaz, mantiene estrechas relaciones con funcionarios de gran influencia en Israel, y parte de su éxito se debe a que nunca se ha detenido a discriminar a los choferes ni a nadie, por sus razas, creencias o posiciones políticas.
“Lo mío, es el negocio global”, dijo el empresario que ya cuenta con una cartera de cientos de millones de dólares.
“Además de varios pequeños negocios, cuento con seis mil taxistas que trabajan con nosotros”, explicó Boaz.
“Todo el mundo es bienvenido a mis negocios, tenga dinero o no, incluyendo si tienen problemas con sus familias, podemos ayudarlos, lo que la TLC no hace con ellos”, dijo el empresario judío.
Los negocios operan en Manhattan, Long Island City y El Bronx.
Como parte de su estructura, su empresa mantiene un taller de reparaciones en esos tres lugares, para repararles los vehículos.
Hablando sobre la situación de los taxistas, Boaz dijo que los choferes amarillos, tienen ahora una esperanza de resurgir, porque no hay forma de que Uber y Lift puedan competir con ellos, porque están protegidos.
“Estamos también buscando alternativas para que los taxistas livery, sean beneficiados con estos planes”, agregó.
Boaz, se siente altamente satisfecho por la respuesta que recibe de los taxistas.
“Todos los choferes son mi familia, cualquiera de ellos que tenga problemas, vienen donde mí y resolvemos. No hay problema”, expresó.
Explicó que las facilidades que ofrece para seguros de los taxis livery y car services, buscan convertir en más económicos los costos, porque por ejemplo a los que no son de Uber y Lytf, se les cobra hasta $5.000 dólares, lo que es abusivo.
“Uber y Lyft están siendo muy privilegiados, pero ya estamos dándoles ese servicio a los livery, para que no queden desprotegidos”, agregó.
Para los taxistas beneficiados, Boaz les ha traído un cambio real, que está ayudando a una visible transformación de sus vidas.
“Ese cambio es parte del sueño americano”, dijo un taxista acerca de Boaz. “Él es un hombre del renacimiento”.
Como la mayoría de los inmigrantes, Bag Bag llegó a los Estados Unidos, con la meta de crecer a través del arduo trabajo y la dedicación.
Con inicios humildes, Boaz encontró su camino en la industria de la tecnología y creó la tecnología de seguridad para automóviles conocida como Mobileye, que es el primero en Nueva York, en desarrollar un auto sin conductor, convirtiéndose en líder en prevención de colisiones, y avanzando en la seguridad del conductor a través de la prevención y mitigación de impactos.
La instalación es muy popular en la mayoría de vehículos de servicio de transporte.
«La tecnología de comportamiento del conductor brinda un mayor enfoque en la seguridad para nuestros clientes», dijo Bag Bag en otra entrevista con medio Talkline.
Debido a su gran éxito en América del Norte, Boaz construyó una empresa multimillonaria que ha apoyado varios intereses sociales para el área de Nueva York y tri estatal, incluidos los problemas de salud mental y el crecimiento económico. Liderando con el ejemplo, la tecnología “Entreprenur”, varios informes financieros indican que, para 2020, la compañía de Boaz podría tener más de 10,000 transportistas autónomos y ventas anuales de aproximadamente $300 millones solo en el área de Nueva York.
Recientemente, se involucró en gran medida para salvar los medallones de taxis de la empresa “Eye Low Cab” luego que 5 propietarios en quiebra, se suicidaron por pérdidas de $1.2 millones.
Fuente: Miguel Cruz Tejada