Por Liza Collado
Antes de introducir el tema, quiero acentuar el aporte de la mujer y su entrada paritaria en el espacio público. Acción que requiere de una mirada integral, que la sitúe en el centro de la Agenda social, cultural y política de los países, respetando su acceso a la igualdad de oportunidades.
Son varios los organismos que coinciden en que Europa es para las mujeres, uno de los lugares más seguros y equitativos del mundo. Desde la firma del Tratado de Roma en 1957 con el que se estableció el principio de igualdad de retribución para el trabajo, la Unión Europea ha experimentado continuos progresos para enfrentar la discriminación de género.
No obstante los esfuerzos, aún la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres es una asignatura pendiente sobre la que se deberá continuar trabajando para alcanzarla. Si comparamos las estadísticas del Eurobarómetro y el Foro sobre el Futuro de la Igualdad, sus cifras revelan que las mujeres continuamos infrarrepresentadas en los puestos de toma de decisiones de los ámbitos político-empresariales.
Para lograr el avance de las mujeres en el mercado laboral, la Unión Europea cada año a través de su Fondo Social dispone programas y políticas de gasto, con el objetivo de asistir a millones de personas que están expuestas a razón de diversas dificultades para acceder al empleo. Estos planes se concretizan con el acceso a la financiación, asesoría y apoyo personalizado para los negocios, suponiendo con ello un cambio real en la calidad de vida de las personas.
Sus organismos han desarrollado herramientas como European Network for Woman Digital, el Programa Horizonte 2020 y WEgate , para impulsar la participación de las mujeres en el sector digital, los centros de investigación de las universidades y el instrumento de ventanilla única, diseñado para las que tienen interés en iniciar o ampliar un negocio, ofreciéndoles tutorías, asesoramiento y redes de contacto. Estas plataformas también incluyen los enlaces de interés sobre el capital de riesgo y el acceso a préstamos.
En su compromiso estratégico vigente, concentran más de treinta acciones clave, plazos, e indicadores de supervisión, que se están aplicando para la promoción de la igualdad, en respuesta a la necesidad de integrar esta perspectiva entre mujeres y hombres.
Los fondos de acompañamiento financiero también garantizan que las mujeres se reinserten al trabajo, luego de que haya sido interrumpida su carrera profesional, facilitándole los servicios de atención infantil. Sus planes se han impulsado con el ánimo de colaborar para que más hombres y mujeres logren el equilibrio laboral.
De ahí la importancia de abordar estos grandes aportes sociales que contribuyen con la transformación generacional y la interdependencia, obligándonos a revisar el reparto tradicional de funciones y con ello, deconstruir el ideal de la autosuficiencia.
Indudablemente que la UE está comprometida con cerrar las brechas de género, lo demuestra con sus iniciativas de cooperación. El éxito de sus muchos proyectos está logrando reformas positivas en todo el mundo.